Balaídos maldito

El Espanyol lleva casi una década sin ganar en territorio celeste. El Celta, cuando juega en Balaídos, es un experto en doblegar al conjunto periquito.

Balaídos maldito
Foto: EFE.
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Por Héctor Farrés

Nunca es fácil hacer frente al Celta. Luís Enrique construyó un equipo capaz de competir contra cualquiera y Eduardo Berizzo ha continuado el legado del asturiando pero elevándolo al cuadrado. El conjunto vigués, como la temporada pasada, sigue tiñendo de celeste la parte noble de la clasificación y se ha aficando en los puestos de Champions League a rebufo de los tres grandes. 

El Espanyol volverá a pisar el escenario de la carambola que nunca fue. El conjunto espanyolista consiguió llegar al último partido del curso pasado con opciones de clasificarse para la Europa League pero todo pasaba por ganar en Balaídos y esperar a que se produjeran los demás resultados. El primero en fallar fue el propio Espanyol. En aquel momento el conjunto barcelonés tenía argumentos para creer en algo; sin embargo, la situación  ha ido cuestabajo pese a tener los puntos necesarios para no encender las alarmas. 

El Celta consiguió remontar el partido pese a estar con un hombre menos prácticamente durante todo el encuentro. Este fue el último capítulo de una relación tormentosa entre el Espanyol, el Celta y Balaídos que no tiene fin desde 2007, año de la última victoria periquita en el feudo celeste por 0-2. 

El bagaje espanyolista en Balaídos desde 2007 en partidos de Liga y Copa del Rey se traduce en dos derrotas y tres empates. En los cinco enfrentamientos que ha habido entre vigueses y barceloneses en el estadio del Celta el Espanyol ha encajado ocho goles, aunque ha marcado la nada desdeñable cifra de seis tantos.

La próxima cita en Balaídos se presenta tremendamente complicada por la situación del Celta pero, sobre todo, por la horrible imagen que viene dejando el Espanyol en sus partidos. La tripleta celeste se las verá con una de las defensas más inocentes de la Liga y con el portero más goleado. Sin embargo, el Espanyol de Sergio González es un experto en revertir la situación cuando el cinturón aprieta.