Se presentaba una tarde fría en Cornellà. Tras una semana de idas y venidas, los de Galca se enfrentaban al reto de vencer - o al menos, a amansar - a uno de los equipos más fuertes de esta temporada: el Villarreal, que se situaba en cuarta posición, justo por detrás del Real Madrid. La situación del club - con la marcha de Collet y Perarnau, y la llegada de Chen Yansheng - podía perjudicar la concentración del equipo, aunque la fiesta de bienvenida para el nuevo presidente empezó con un gol de Felipe Caicedo en el minuto 3 de partido. El Villarreal consiguió el empate en el marcador con un gol de Trigueros (min. 23), pero Gerard puso las cosas en su sitio con un gol casi al final de la primera mitad (min. 39). A pesar de los numerosos intentos de poner el 3-1 en el marcador el Villarreal consiguió llevarse un punto del RCDE Stadium gracias al tanto de Musacchio en el minuto 88.
Felipao, no te vayas
Después de toda una semana con rumores sobre la marcha del ecuatoriano, la afición perica se preocupaba por si el delantero no les iba a regalar más alegrías; pero se equivocaban. Caicedo adelantaba al Espanyol en el marcador pocos minutos del comienzo del encuentro. Se desmarca por el medio para rápidamente plantarse solo en el medio del área y anotar el primero para los blanquiazules. Los jugadores del Villarreal protestaron por unas posibles manos del ecuatoriano en el control del balón, aunque el árbitro entendió que fueron involuntarias. El delantero dispuso de más ocasiones e incluso provocó un penalti claro, que el árbitro no quiso ver.
Aunque la mala noticia llegó cuando la estrella blanquiazul se estiraba en el suelo en el minuto 42 de partido. Tras la entrada de asistencia médica, se concluyó que el delantero no podía continuar el encuentro, se retiró del terreno de juego y lo sustituyó Salva Sevilla. A primeras, parecía que se trataba de un punzamiento en el muslo derecho, aunque habrá que esperar para saber con más exactitud la gravedad de la situación.
Buena imagen blanquiazul
Tras el gol de Felipao, ambos equipos se encontraron con un partido muy abierto; pero el juego del Espanyol fue impecable, dejando de lado algunos despistes en defensa. Los blanquiazules combinaron bien en varias ocasiones hasta llegara tener numerosas oportunidades, entre ellas, un latigazo al palo de Burgui tras una buena jugada individual. Además los de Galca contaron con largas posesiones, a diferencia de anteriores partidos, donde los periquitos no conseguían realizar más de dos pases consecutivos.
El Villarreal también contaba con sus ocasiones, hasta que Soldado asistía de tacón a Trigueros, que se plantó solo en la frontal del área y lleva a cabo un chut fregando el palo izquierdo de Pau. Aunque sí que es verdad que Jordán no estuvo muy atento en el desmarque del mediocentro, el Villarreal hizo una señora jugada para empatar el partido.
Más adelante, en el minuto 39, Gerard Moreno anotó el gol de la momentánea victoria. Asensio habilitó en la banda izquierda a Burgui, para que el extremeño se pausara un momento para asistir a Gerard quien, más listo que nadie, remató para poner el 2-1 en el marcador.
Quien perdona, acaba pagando
Y es que el Espanyol podría haber aumentado la distancia en el marcador si el árbitro, Pérez Montero, hubiera visto dos penaltis; y si los periquitos hubieran aprovechado las infinitas ocasiones de las que dispuso en la segunda mitad. El colegiado obvió una pena máxima en la que Baily arrolla a Caicedo con el brazo cuando el ecuatoriano quiere realizar un recorte tras el que se quedaría solo ante el portero. También, no quiso ver unas manos de Dos Santos en el área amarilla, en el minuto 38.
Pero no solo la polémica actuación arbitral perjudicó al Espanyol ha regalar dos puntos al rival, sino que el mismo equipo local perdonó numerosas oportunidades para ampliar el número de goles: dispuso de varios contrataques que no supo finalizar y de chuts que no quisieron entrar en la portería.
Finalmente, en el minuto 88, Musacchio culminó un centro en una jugada más que polémica, aunque los jugadores periquitos protestron con pocos argumentos ya que es Pau quien resbala propiciando así un plácido remate del futbolista argentino. Tras las protestas de los hombres del Espanyol, Gerard Moreno acabó expulsado al ver la segunda amarilla.
La semana que viene, el Espanyol visitará el Bernabeu plagado de bajas - Asensio, Burgui, Moreno, V. Álvarez y quien sabe si también Caicedo; sin olvidar los ya lesionados V. Sánchez y Arbilla -, e intentará sacar un resultado positivo de su expedición.