El Espanyol B no ha podido concretar la remontada en el Rico Pérez. El conjunto periquito fue a remolque durante todo el partido y se quedó con un hombre menos una vez más. El Hércules dispuso de muchas oportunidades que la defensa periquita en primera instancia y luego la suerte se encargaron de malbaratar.

El primer gol del partido llegó cuando Álvaro, reubicado en una posición que no es la suya, dejó por los suelos, de forma literal, a Aarón Martín. El internacional español se echó al suelo para forzar el córner pero el jugador herculano se las apañó para esquivar el cuerpo del lateral periquitó. Ahí apareció un Chechu estelar, que dio un par de pases para afuera para sacarse un latigazo que inutilizó el estético vuelo de Andrés Prieto. El disparo fue coronado con la célebre celebración del cangrejo.

La alegría, sin embargo, no le duró demasiado al Hércules. El conjunto alicantino cedió el balón a los periquitos, que es como se sienten más cómodos. Con libertad para mover el esférico el Espanyol B consiguió un par de córners que Robert Simón supo aprovechar para colocar el empate en el electrónico con un fuerte disparo que se coló entre la multitud.

El Espanyol B tuvo alguna que otra ocasión para agrandar el marcador, como un chute de Pibe que fue desviado o un disparo lejano de Carles Soria, pero fue el Hércules el conjunto que se iba a ir a los vestuarios con ventaja. Un pase de primeras y la mala comunicación entre los central espanyolista dejaron a Mainz en una posición óptima para marcar. Andrés salió a tapar el hueco pero el delantero herculano supo deshacerse del portero y definió con finura pese al poco ángulo

En la segunda parte el partido tuvo el mismo guion: el Hércules tocaba y dominaba mientras el Espanyol B defendía con solvencia e intentaba golpear cuando tenía oportunidad. El conjunto alicantino ganaba con merecimiento pero también estaba perdonando demasiado, algo que podía dar vida a los periquitos.

Chechu Flores, que sin duda fue el hombre del partido, se encargó de poner tierra de por medio con los periquitos. El fornido extremo inició, continuó y finalizó una extraordinaria jugada colectiva en el área pequeña. Andrés Prieto no pudo hacer nada para desviar la fuerte definición del jugador herculano.

El Espanyol B no se rindió pese a la gran adversidad. Las ocasiones eran menos que las del equipo local; sin embargo, los espanyolistas supieron aprovecharlas. Un saque de banda muy largo de Cristian Galas fue rematado por Simón para poner presión al Hércules, que veía que los puestos de playoff podían comenzar a peligrar.

El Hércules pudo seguir marcando y marcando, pues las oportunidades se sucedían unas a otras y más tras la expulsión de Glauder por doble amarilla. Por una cosa o por otras los disparos de los alicantinos no entraban. Tampoco necesitaron más goles. El Espanyol B no pudo empatar el partido y el Hércules volvió a los puestos de color verde.