El fútbol se basa en detalles. Una vez más esta afirmación fue demostrada en los terrenos de juego. El Granada de Lluís Planagumá necesitaba vencer a toda costa para alejar los fantasmas que le rondan por los escasos puntos que se posee en su casillero. Sin embargo, enfrente se encontró a un peleón Leganés, que supo aprovechar un error de los andaluces para llevarse el gato al agua. 

Alexander Symanowski fue el encargado de hacer el gol que daría la victoria a los madrileños. El extremo izquierdo, un jugador letal por su velocidad, suma ya su segundo tanto en la máxima categoría del fútbol español, lo que es una gran noticia para los aficionados pepineros. En la cara opuesta de la moneda, el Granada tendrá que buscar recomponerse para volver más fuerte que nunca a la competición tras el parón liguero. 

Querer y no poder

Algo más que simples puntos estaban en juego en el Estadio Nuevo Los Cármenes. Tanto andaluces como madrileños querían irse con una victoria a sus espaldas para afrontar con mayor tranquilidad el periodo sin competición que se avecina. Por ello, los 22 protagonistas saltaron al césped con ganas de hacerse con el dominio del cuero, por lo que los primeros minutos destacaron por la lucha disputada en el centro del campo. El ‘Lega’, bien plantado atrás, consiguió que Víctor Díaz colgara un balón al que Gabriel llegó con dificultades y se marchó por encima de la madera. Como respuesta al primer acercamiento del partido, Carcela respondió plantándose en el área, pero la zaga pepinera se interpuso en su camino, evitando todo peligro.

Tanto locales como visitantes no crearon demasiado peligro en la primera mitadEl conjunto rojiblanco se acercaba poco a poco a la portería visitante y Andreas quiso poner a prueba a un atento Serantes. El combinado pepinero, por su parte, lo intentaba, pero no lograba encontrar demasiados espacios, lo que le dificultaba tener opciones de peligro. Por ello, los hombres de Asier Garitano probaron con una jugada de estrategia que Mantovani cerca estuvo de mandar a las redes de Ochoa. Poco a poco ganaba metros el conjunto madrileño, aunque Luciano no aparecía en el ataque madrileño. Mientras tanto, el equipo nazarí no acababa de estar cómodo con el balón, por lo que Ponce no tuvo más remedio que aprovechar un error de los blanquiazules para cabalgar hacia el área visitante, pero su disparo acabó por marcharse desviado.

Timor intenta bajar el balón | Foto: LFP.
Timor en una lucha por hacerse con el balón| Foto: LFP.

La posesión era cada vez más propiedad del Leganés, lo que le llevaba a controlar el partido. Sin embargo, no pasaban demasiadas cosas en el feudo granadino. Mientras los locales se acercaban tímidamente, los visitantes intentaban evitar desajustes defensivos. Con el final de la primera mitad en el horizonte, el choque comenzó a atascarse. Las jugadas a balón parado parecían las únicas oportunidades de inquietar a los guardametas. Timor probó fortuna desde muy lejos, pero su zarpazo se marchó por la línea de fondo. Apenas medio minuto antes del pitido que indicaba el final de la primera mitad, llegó la polémica, puesto que los locales reclamaron penalti por una acción de Mantovani dentro del área. Sin embargo, el colegiado no señaló pena máxima y los protagonistas se marcharon a los vestuarios. 

En el error estuvo la diferencia

Con la reanudación del juego, el partido volvió al mismo punto donde lo dejaron, ambos intentaban hacerse con el dominio del cuero y probaban fortuna a balón parado. La tropa de Lluís Planagumá lo intentó merced de un libre directo sacado por Javi Márquez que se topó con la barrera, así tras dos saques de esquina consecutivos, el Granada parecía llevar la batuta del juego. Sin embargo, al sustituto de Jémez en el banquillo nazarí no le gustaba lo que estaba viendo, por lo que decidió mover ficha e incluir a Krhin. El Leganés no se acercaba demasiado, pero podía aprovechar cualquier oportunidad, y así lo demostró Luciano,  que se plantó ante Ochoa, pero mandó su disparo fuera. Esta fue, quizás, una de las pocas apariciones del atacante pepinero, por lo que Garitano decidió introducir en su lugar a Guerrero

El Granada era el que trataba de meter ritmo al partido, pero este parecía que de romper las tablas sería merced de algún error o de alguna jugada de estrategia. Gabriel consiguió poner un buen balón para que Guerrero cabeceara. Sin embargo, Ochoa atrapó sin problemas. Como represalia, Pereira aprovechó un error de la defensa pepinera para lanzar a la portería de un Serantes que, a pesar de estar adelantado, pudo atrapar el balón.

Gabriel y Javi Márquez en una disputa durante el partido | Foto: LFP.
Gabriel y Javi Márquez en una disputa durante el partido | Foto: LFP.

Como era de esperar, el Leganés aprovechó un fallo del equipo local para armar la contra. Szymanowski recibió un balón de Rober Ibáñez y no dudó a la hora de mandar el balón a la red con un disparo cruzado. Ante tal varapalo, el conjunto rojiblanco no reaccionó, lo que dificultaba que pudieran sacar algo positivo del choque. Tan solo restaban tres minutos de partido cuando Barral puso un peligrosísimo centro, pero Kravets y Krhin no se entendieron y perdieron la oportunidad de empatar el partido. Con el 0-1 reinando en el electrónico del coliseo del Granada, el partido llegó a su fin y el CD Leganés se llevó en su mochila tres puntos fundamentales para sus interes.