La vigésimocuarta jornada de Liga Adelante en el Ibersotar arrancó con la intención de enderezar la marcha por parte local después de dos dolorosas derrotas, y de mejorar la imagen a domicilio por parte visitante. Lo cierto es que el Leganés empezó tímido, concediendo la posesión a un Mallorca que no perdía la pelota, en lo que parecía un intento de ganar confianza más que profundidad. Con un acercamiento sin mucho peligro a favor de los bermellones, el protagonismo cambió rápidamente de bando.
El 'Lega' solventó el partido a la media hora
Diego Aguirre y Chuli sentenciaron a un Mallorca sin alma
Con Erik Morán de titular junto con Eraso y Diamanka en medio campo, el 'Lega' empezó a sobar la pelota y a encontrar profundidad por las bandas, por mediación de unos inspirados y veloces Eizmendi y Aguirre. El vasco tuvo la ocasión más clara en el minuto diez, cuando en un mano a mano no pudo batir a Cabrero. Perdonaba el Lega, quien encontraría la fortuna en la siguiente jugada, en el minuto quince de partido, pues Aguirre de volea y sin demasiado ángulo lograba superar al portero bermellón.
El júbilo y el éxtasis pepinero se tradujo en pitidos por parte de la afición hacia los de rojo y negro. Un gol que mermó al Mallorca, pero no a Asensio, que con su habitual habilidad y con una gran carrera, rozó el empate enviando la pelota al larguero a los pocos minutos. Cuestión de acierto, pues el empate pudo cambiarlo todo. El ánimo pepinero, sin embargo, se plasmaba con un buen juego y precisión en las jugadas, todo ello fruto de que esta vez el Leganés sí tuvo el día, o de la confianza incrementada tras adelantarse en el marcador. Todo le salía de cara a los de Asier Garitano, incluso tuvo regalos del Mallorca. Chuli cogió una pelota en tres cuartos de cancha tras un despiste de Kassim, y puso rumbo a la portería sin oponentes. En el mano a mano no perdonó, aumentando así la distancia en el marcador.
La incredulidad se plasmaba en ambos bandos, pues los locales veían cómo su equipo perdía por dos goles antes de la media hora de partido, y los visitantes no se creían que tan pronto aventajaran al Mallorca, pues su mal bagaje a domicilio no concordaba con la buena situación que vivían sobre el verde del Iberostar. La confianza se multiplicó por dos para el Leganés, y el partido empezó a pesarle al Mallorca, que no obtenía ninguna fluidez ni claridad para crear peligro.
Karpin no dio con la tecla tras el descanso
Karpin intentó arreglar la defensa tras el descanso, cambiando a su pareja de centrales, y le salió bien, pues el Lega no volvió a marcar. Sin embargo, la ventaja ya era suficiente para los pepineros, que supieron defenderla hasta el final.
Assulin fue la última bala del entrenador estonio en busca de frescura y de ideas arriba, pero la férrea defensa pepinera sirvió para que el portero Dani Barrio, que hoy sustituía al lesionado Serantes, tuviera un debut más que plácido en Segunda División, aguantando la portería imbatida, como ya hiciera en repetidas ocasiones el año pasado en Segunda B, que le valió para ser el portero con más minutos imbatido con la zamarra pepinera. Con la portería a salvo, el Leganés pudo incluso aumentar la distancia, pues Velasco en los minutos finales cabeceó solo al borde del área pequeña, pero mal, y el balón se perdió alto.
Después de dos malos partidos en Zaragoza y Vitoria, que no fueron sino el reflejo del Leganés a domicilio esta temporada, los pupilos de Asier Garitano dieron un giro a su imagen con un gran partido en el que supieron aprovechar la ventaja para matar el partido antes de que el Mallorca reaccionara. Los locales, sin embargo, siguen inmersos en una racha negativa, con tres derrotas consecutivas, dos de ellas en el Iberostar, donde a su afición se le agota la paciencia. Y parece que a la directiva mallorquinista también.
