Asaltó el Club Deportivo Leganés El Sardinero con su segunda equipación, pero con el pantalón de la primera, para no coincidir con el calzón negro de los racinguistas, quienes desde el minuto uno tuvieron el apoyo de su afición, en plena celebración de su 102 aniversario. Pero no lo pudieron celebrar los locales como quizá bien merecía tanta longevidad, porque Chuli desequilibró el marcador con un gol en el último suspiro.
Control pepinero, y empate a goles al descanso
Mantovani adelantó al Leganés, pero Mariano empató a los siete minutos
Los pepineros empezaron a mandar en el encuentro, sobando más la pelota e intentándolo con más frecuencia y más llegadas a la portería de Mario Fernández. Sin embargo la primera ocasión de peligro la protagonizaron los locales, cuando Álvaro penetró en área y chutó cruzado. Serantes, con una gran parada, salvó el gol. Fue la ocasión más clara hasta entonces, pero el Leganés seguía sintiéndose cómodo y dueño del balón.
Aguirre y Eizmendi por bandas aparecieron constantemente, pero fue a balón parado donde los visitantes encontraron el premio. Tras un córner botado por Diego Aguirre, el central argentino Martín Mantovani logró batir la portería racinguista. Un contratiempo al que los santanderinos supieron reponerse sin demasiado sufrimiento, pues en aras de devolver el mazazo, se animaron más y más, y empezaron a llegar. Así, en una segunda jugada después de un córner, Mariano Sanz metió la cabeza para rematar una pelota en boca de gol para empatar el partido. Se acordaba Mariano de su compañero costamarfileño Koné, lesionado hasta final de temporada.
Diez contra diez en la segunda mitad
Granero y Morán fueron expulsados, y Serantes paró un penalti a Javi Soria
La segunda parte, al contrario que la primera, arrancó con un Racing de Santander con una marcha más, y un Leganés lento que llegaba tarde a tapar los espacios. Apretaban y acosaban los de Paco Fernández a los pepineros, pero no conseguían encontrar una clara ocasión de gol para reflejar esa superioridad. Una superioridad que se vio mermada cuando Borja Granero vio la segunda cartulina amarilla y dejaba a los locales con diez en el 61’, lo que supuso un poco de oxígeno para el Leganés, pero sólo durante cuatro minutos. Porque en el 65’, Erik Morán cometía penalti y veía también la segunda tarjeta amarilla. Diez contra diez, y Javi Soria a once metros de adelantar a su equipo en el marcador. Sin embargo, el pie de Serantes atajó el penalti, y el marcador permanecía inmóvil para decepción local y alegría visitante.
Llegó entonces el baile de cambios para ajustar líneas y refrescar piernas, y la igualdad se apoderó del encuentro, aunque con una sensación de que el partido podía caer para cualquier bando. Con constantes parones por faltas, el juego carecía de continuidad. Pero durante los últimos diez minutos, el Leganés empezó a reencontrarse con la posesión, y con un ligero control del partido.
Chuli silencia El Sardinero en el 93'
Entre tanto cambio y expulsión, el colegiado añadió cuatro minutos, lo que sirvió al Leganés para aprovechar la buena inercia que había encontrado en los instantes finales. Lo siguió intentando el Leganés, que parecía no conformarse con el empate. Rabello, con un fuerte centro raso desde la banda derecha, encontró a Chuli, quien entre dos defensas lograba meter el pie, y superar a Mario Fernández. Era el 93’, y el Leganés se adelantaba en el marcador. No hubo tiempo para más, porque tras el saque de centro el colegiado pitó el final. Conseguía la cuarta victoria consecutiva el Leganés igualando su mejor racha en Segunda, y el Racing, por el contrario, veía cómo llegaba la tercera derrota consecutiva con un doloroso gol en el último segundo -al igual que ocurriera en la ida-, quedándose sin sumar en su 102º cumpleaños.
