Había depositadas muchas esperanzas en el encuentro contra el equipo andaluz, el primer duelo de las dos “finales” que disputan los gerundenses en su estadio, que culminará dentro de siete días frente al Lugo. Sin embargo, la falta de concentración, especialmente en el segundo tiempo, impidió al conjunto dirigido por Javi López sumar su primera victoria en el presente año y la primera con el barcelonés como técnico.
Los primeros compases fueron de dominio local, a pesar de que el partido se disputaba en el centro del campo, sin llegadas de peligro por parte de ninguno de los dos conjuntos. Lo intentó Timor con una falta lejana, pero su remate se marchó desviado por encima de la portería defendida por René, y un minuto después llegó la ocasión más clara para los catalanes en el primer tiempo. Ortuño recogió el balón cerca del área y su potente disparo con la derecha se perdió unos centímetros a la izquierda de la meta visitante.
Replicó el conjunto jienense por medio de Jozabed, uno de los más activos de su equipo, que tras una buena jugada asociativa remató a la cepa del palo derecho de la portería de Becerra, que una vez más tuvo que salvar a los suyos para que, al menos, se quedara un punto en casa.
En la jugada siguiente llegaba el primer contratiempo para el Girona, pues vio cómo Jandro, su hombre estrella, tenía que retirarse por unos problemas en los isquiotibiales. Con su sustitución -entró Eloi Amagat, que estuvo activo en ataque pero fallón en defensa- se evitó un mal mayor, y se espera su participación dentro de una semana contra el Lugo.
Con Eloi llegaría el tanto del equipo rojiblanco, aunque antes Ortuño volvería a tener una ocasión para adelantarse. El mano a mano lo salvó René, que apenas tuvo más trabajo en lo que restó de partido. Como decíamos, un cabezazo de Eloi Amagat lo peinó el propio Ortuño y se prolongó hasta Gerard Bordas. En una jugada embarullada, el manresano tocó el balón antes que Kitoko, que volvía a Gerona tras su paso por el conjunto catalán, y el balón se coló al fondo de las mallas.
Era el minuto 39 y el Girona se adelantaba en el marcador. La hinchada local, que ayer superó todas las entradas de la temporada, con casi 5.000 espectadores -gracias a las invitaciones que se dieron por parte del club-, confiaba en ver ganar a su equipo, por fin, tres meses más tarde, pero nada más lejos de la realidad.
Becerra salva a su equipo
Los andaluces adelantaron filas, no les quedaba otra, y poco a poco pusieron cerco a la portería local. Como si el equipo gerundense tuviera miedo de ganar, se fue encerrando poco a poco y las internadas de Óscar Rico y Jozabed por la banda izquierda eran constantes. La primera ocasión llegó en el minuto 47, cuando a la salida de un córner el meta catalán despejó de puños un balón que se colaba en la portería.
Posteriormente, en el minuto 53, cuando Becerra sacó un centro que llegaba desde la derecha, y tres minutos más tarde Jozabed remató fuera un centro de Rico. El Girona se salvaba momentáneamente, pero ya dicen que “quien avisa, no es traidor” y el Jaén logró el premio del gol tras tanta insistencia. Balón en profundidad para Óscar Rico, que condujo el balón hasta la línea de fondo -podría ser que el balón saliera-, cedió a Jozabed, quién sino, que remató de cabeza a placer.
Los jugadores gerundenses se quedaron quietos y Becerra se fue a protestar airadamente al asistente, acción por la que vio la tarjeta amarilla. Volvía a repetirse la historia de siempre: el Girona se dejaba empatar el partido cuando lo tenía todo de cara para ganarlo. Corría el minuto 61 y por ello todavía quedaba media hora para reaccionar y dar una alegría a los aficionados.
Pero los catalanes estaban noqueados, y solo la genialidad y el oportunismo constante de Becerra impidieron que se fueran los tres puntos a tierras andaluzas. En el minuto 77, el meta sacó providencialmente un balón de Jona, el ariete hondureño del Jaén, que durante la primera mitad no había aparecido. Pero sí lo hizo en el segundo acto, y obligó a lucirse al cancerbero barcelonés.
Otro disparo del delantero del Jaén fue rechazado por Migue y cuando el balón se colaba en la portería, Becerra sacó una mano prodigiosa para evitar un mal mayor. Por parte de los gerundenses, lo intentó Iván López, que remató fuera, y en el minuto 87 llegó la ocasión más clara. Centró Gerard Bordas, nadie acertó a rematar, Juanlu, que tenía todo a favor para marcar, mandó el balón al muñeco, y el rechace posterior de Eloi se fue a las nubes.
El partido estaba abierto y cualquiera de los dos podía marcar, pero al final se repartieron los puntos. Con el empate, el equipo de Javi López sube hasta la vigésima posición, a expensas de lo que hagan hoy Real Madrid Castilla y Mirandés, que se enfrentan a las cinco de la tarde, y el de Manuel Herrero respira un poco más y se sitúa decimocuarto con 31 puntos.
El domingo que viene, a partir de las 17:00 horas, el Girona vuelve a tener partido en casa, esta vez ante el Lugo. Un partido en el que no les conviene seguir fallando y conseguir, al menos, cuatro de los seis puntos posibles en esta pequeña maratón en Montilivi, que empieza a perder la paciencia con el equipo.