Pablo Machín compareció este viernes ante los medios de comunicación y habló del partido de los suyos este domingo frente al Zaragoza (Montilivi, 19:00 h), en el que la única ausencia es el defensa Carles Mas por unos problemas de lumbalgia, mientras que Felipe Sanchón podría reaparecer. Al atacante se refirió, y mucho, el técnico numantino. "Ahora ya tengo un quebradero de cabeza más con Felipe, que de hecho no estal porque cuantos más futbolistas haya, mejor", dijo un Machín que reconoció que la reincorporación del pequeño jugador es importante para el grupo. "Es un compañero más que tenemos, hasta hace nada era el pichichi -lleva seis goles- y sabemos de su calidad. Sin embargo, él solo no salvará al Girona y no está para jugar noventa minutos; falta tiempo para que sea el Felipe que todos queremos".
Deportivamente hablando
Más allá del capítulo de altas y bajas, que se reduce a un jugador y parece que Machín podrá ir recuperando efectivos, el equipo se enfrenta mañana al Zaragoza. Aparentemente un rival temible, con entidad, con nombre y con historia, algo que no le parece preocupar demasiado al técnico del Girona. "El Zaragoza es un ex primera, pero está compitiendo en Segunda División, y hasta las dos últimas victorias las estaba pasando canutas. Es cierto que de los últimos cinco desplazamientos ha empatado cuatro, con lo cual ha ganado en solvencia, pero es un equipo más de la categoría", explicó Machín.
También hizo referencia a la necesidad de los suyos de sumar de tres en tres y cómo puede influir eso en el rival. "Ellos son un equipo que no van a exponer mucho y tras su victoria contra el Jaén, un empate aquí les puede servir. Sin embargo, también pueden jugar con nuestra necesidad de ganar el partido, después de estos buenos resultados seguirán pensando en el playoff, y un empate puede ser poco jugando contra el colista", afirmó Machín, que no cambia su discurso en tanto que hay que pensar en uno mismo. "Nosotros no especularemos e iremos a por la victoria desde el minuto cero. Dependemos de nosotros mismos, nuestra obligación es ganar, dar el cien por cien, intentar equivocarnos lo mínimo posible y demostrar en el verde que somos mejores que ellos".
El preparador también habló del estado anímico de la plantilla, tras 35 jornadas disputadas. "En el primer momento, la del Mini (frente al Barcelona B, por 2 a 1) es una derrota muy dolorosa, parece que era un botín escaso, pero un empate hubiera significado haber hecho muchas cosas bien ante un gran equipo", decía Machín, que tuvo que hacerles ver a los jugadores que hicieron muchas cosas bien. "El resultado lo enmascaró todo, pero el Girona demostró ser ambicioso, supo a lo que jugaba y siguiendo en esa línea debería salvarse porque el fútbol tiene que ser justo con el equipo", aseveraba.
En cuanto al aspecto físico, dice Machín que sus jugadores están bien, pero sin embargo el derroche físico que se hizo en el partido ante el Barcelona B fue muy grande: "Es cierto que en el partido del Barcelona B, al intentar apretar arriba quisimos competir contra chicos de veinte años que son superdotados física y técnicamente, conllevó un desgaste enorme. Ellos también tenían un potencial físico en el banquillo que nosotros no teníamos, y eso se notó", explicó el ex del Numancia.
¿Y Bruno?
En la rueda de prensa Machín también habló de Bruno Herrero, el centrocampista que llegó este mercado de invierno procedente de la liga tailandesa y que todavía no ha disputado ni un minuto. El técnico valoraba sus ausencias así: "Hay compañeros que lo están haciendo bien; cuando hemos jugado con el pivote, lo han hecho Matamala y Timor, y al final el entrenador tiene que decidir por uno u otro". Uno de los problemas del jerezano fue la falta de ritmo y la lesión con la que llegó a Girona. "La lesión le ha impedido tener la oportunidad que ha tenido Matamala, que siempre ha rendido, mientras que Timor es un futbolista que nos puede dar muchas cosas. Bruno es la tercera opción, y por circunstancias distintas o porque no lo requiere el partido, no ha jugado", justificó Machín.