El Girona vive en una nube, en un estado de gracia total. Una gran parte del mérito de esta situación es de Pablo Machín, que salvó al equipo in extremis hace cuatro meses y ahora lo está manteniendo en lo más alto de la tabla de la Liga de Plata. La otra parte del éxito cosechado es de los propios jugadores. El dominio en ambas áreas es total; son ya cinco los partidos en los que Becerra no encaja ningún gol -el último, el de Braian Rodríguez en el empate (2-2) del Numancia-, mientras que el idilio con la portería contraria continúa -el Girona no ha dejado de marcar en ningún partido-.

La visita de ayer -la tercera en siete días- en Sabadell se antojaba difícil, especialmente por los últimos resultados de la entidad arlequinada. Todo el mundo tenía también en mente el 4-0 de la temporada pasada, que le costó el puesto a Javi López. Pero este Girona es radicalmente distinto. Fue a por el partido desde el minuto uno y no regaló absolutamente nada. Ésta es precisamente la premisa de Machín. El equipo consiguió una victoria basada en la efectividad y en saber aprovechar a la perfección las virtudes que tiene.

Empezó el encuentro con mucho ritmo, acción y presión por parte de los dos conjuntos. Ya en el minuto 7, Juncà rompió a Sotan por la banda izquierda y su centro lo despejó la defensa. El rechace le llegó a Granell, que soltó un buen disparo con su pierna izquierda y el balón se marchó a córner. En la jugada siguiente, Tamudo tuvo la ocasión de hacer el 1-0 tras un pase perfecto de Gato, pero cuando lo tenía todo a favor, su remate se fue arriba de la portería de Becerra.

El Girona golpea dos veces

Con la afición lamentándose todavía de la ocasión de Tamudo, llegó el primero de los rojiblancos. Pere Pons le dejó un gran balón a Felipe Sanchón y éste batió por bajo a Nauzet, haciendo inútil su salida (14'). El alivio de los visitantes era muy grande, puesto que habían hecho lo más difícil, que era adelantarse en el marcador. El tanto le sentó como un jarro de agua fría a la parroquia de Sabadell, que no se repuso del golpe hasta la segunda mitad.

El Girona empezó a dominar la posesión del balón y llegaron más ocasiones. En el minuto 22, Felipe recibió de espaldas a portería, y a pesar de tener a Juncà en la izquierda, prefirió intentar sorprender a Nauzet con una vaselina que se fue por encima de la portería. Cifuentes y Mata desperdiciaron un dos contra uno muy claro ante Kiko Olivas, pero en la siguiente jugada, el propio Sanchón, protagonista absoluto de la primera mitad, iba a situar el 0 a 2 en el marcador (28').

La jugada la inició Juncà desde la izquierda, que centró por abajo. Éste encontró en Granell un rematador, pero Nauzet despejó. Mata lo intentó en dos ocasiones y el portero volvió a brillar nuevamente, pero el rechace final lo recogió el más listo de la clase para hacer subir el segundo en su cuenta particular. El golpe fue casi letal para el Sabadell. Cierto es que, a partir de ahí, se vio la mejor versión de los de Miquel Olmo, pero ya había pasado media hora y el resultado era más que adverso, era nefasto.

Se soltaron los arlequinados y Collantes, el más peligroso de su equipo, puso a prueba a Becerra. Cinco minutos después del gol, mandó un balón raso que el meta mandó a córner, y tras éste, Carlos Hernández cabeceó desviado a la izquierda de la portería. El partido llegó al descanso con este resultado tan favorable a los de Machín, que eran conscientes que el Valladolid había empatado (0-0) contra la Ponferradina, ocasión que había que aprovechar para ser líderes en solitario.

Demasiado pendientes del resultado

En la segunda mitad, se invirtieron los papeles y fue el Sabadell el que gozó de las oportunidades más claras, siempre bien desbaratadas por un atento Becerra. El conjunto visitante dio un paso atrás y jugó a esperar los ataques del rival. A pesar de que Mata estuvo a punto de marcar -en última instancia salvó Carlos Hernández- el tercero tras un semifallo de Cifuentes, desde el minuto 60 el Sabadell tuvo unos veinte minutos muy buenos, especialmente con la entrada de Juanto Ortuño, el hermano del que fuera héroe hace pocos meses en Girona, Alfredo.

En el 59', Gato recibió un balón, con un gran control orientado superó a Richy, y sólo Becerra pudo repeler el fuerte disparo del ariete. Juanto tuvo dos oportunidades en cinco minutos; la primera fue un cabezazo que se perdió por poco a la izquierda del meta badalonés (65') y la segunda fue un potentísimo disparo que el mismo Becerra tocó lo justo para que se fuera a la cepa del palo. Tamudo remató a gol, pero la acción fue invalidada por la posición antirreglamentaria del catalán (69').

Lo siguió intentando el Sabadell, mientras que Machín daría entrada a David García por un indispuesto Juncà (73') y a Coris por un ovacionado Felipe (77'). En la primera jugada del joven jugador de Tossa, hizo una galopada hasta plantarse en el área rival. Perdió el balón, pero Mata lo recuperó e hizo una jugada personal que sólo Nauzet pudo mandar a córner.

Los de Olmo tendrían todavía una oportunidad a pies de Marcos, que había sustituido a Aridai (72'), pero su chut con la derecha lo escupió Becerra a córner. Tras el saque de esquina, se contabilizó el único error en el partido del cancerbero, que no acertó a despejar el balón y Granell puso la cabeza para evitar males mayores. El Sabadell bajó los brazos definitivamente, viendo que el partido estaba muy cuesta arriba.

El Girona podía haber hecho más sangre, especialmente por parte de un incisivo Coris. En el 86', enganchó un fuerte disparo desde la frontal que repelió Nauzet. El rechace le cayó a Ramalho, que no supo rematar a portería. En el 89', protagonizó la jugada individual del encuentro tras un espectacular eslalon. Sólo la falta de puntería le privó del que podía haber sido el gol de la jornada. Y ya en el 92', con el partido visto para sentencia, centró para que Sandaza rematase pero Nauzet estuvo más atento y despejó.

Con este resultado, ya definido en la primera media hora del partido, el Girona se lleva tres puntos importantísimos, que le sitúan como líder a todos los efectos con 20 puntos, seguido del Valladolid que, tras su empate, se queda con 18. El Sabadell, por su parte, seguirá en la parte media baja de la tabla, con 10 puntos.