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La misma historia de siempre

El Girona volvió a superar una eliminatoria gracias a los penaltis y está clasificado para las semifinales de la Copa Catalunya. Juanlu marcó un gol tras una jugada de estrategia (58'), pero Prior replicó con un gran gol al cabo de tres minutos.

La misma historia de siempre
Tal y como ya pasó en las otras eliminatorias, el encuentro del Badalona se decidió en los penaltis. Sin embargo, esta vez la suerte corrió a cargo del Girona. | Foto: www.ueolot.com.
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Por Narcís Franch Molinet

El Girona ya está en las semifinales de la Copa Catalunya tras dejar en la cuneta a un Badalona que mostró una buena imagen. Sólo los penaltis decantaron la balanza a favor de los gerundenses, que alinearon a los jugadores con menos oportunidades en la Liga y a un buen puñado de jóvenes del filial. Así, los Coris, Bigas, Marcel y Rovirola tuvieron su oportunidad de disputar unos minutos en estos cuartos de final.

El técnico local, Manolo González, también aprovechó para sacudir el once habitual e introdujo algunos cambios, pensando siempre en la liga. Dejó en el banquillo al portero Marcos, decisivo en las anteriores eliminatorias en las tandas de penaltis, o al exjugador del Sabadell Toni Lao, reconvertido ahora en centrocampista. Por momentos estuvo más cómodo el conjunto betulense, que dominó en algunas fases del encuentro.

Tanteo mutuo

Pablo Machín introdujo un once bastante ofensivo, con la idea de ir a por el partido desde el principio. Juanlu, Jandro, Christian Alfonso, Mata o Bordas parecían argumentos suficientes como para infundir cierto temor al rival. Pero el Badalona no se amedrentó y aguantó bien y durante alguna fase del choque, tuvo más la posesión y el control del balón por deleite del escaso público en el Estadio del Pomar.

El partido empezó con unos compases iniciales tranquilos, con los rivales estudiándose el uno al otro, el Girona adaptándose a las reducidas dimensiones del terreno de juego y acostumbrándose al césped artificial. Todo ello propició que el empuje local fuera mayor al principio. Fran Bea tuvo una buena oportunidad con un disparo que atajó bien un atento Palatsí, el portero de la Copa (19').

Replicó rápidamente el Girona por mediación de Carles Mas, que a la salida de un córner intentó un remate que blocó Sergio. A partir de ahí el conjunto rojiblanco empezó a tener el control y el dominio del balón y se sintió más cómodo sobre el terreno de juego. Cristian Gómez y Jandro llevaban la batuta de las acciones pero faltaba un pase final que llegase para los delanteros.

Las ocasiones no aparecieron con claridad hasta que se acercaba el filo del descanso. Primero fue una cesión peligrosa a Palatsí la que estuvo a punto de aprovechar Fran Pineda (41'), y dos minutos más tarde los gerundenses reclamaron un posible penalti cometido por el portero Sergio sobre Mata cuando este ya le había regateado. El árbitro, Xavier Bertomeu, no consideró que hubiera derribo. Con esta acción se llegó al intermedio.

Dos goles en tres minutos

Ambos equipos se quitaron la timidez de encima en cuanto el árbitro tocó el silbato para que empezara la segunda mitad. Manolo González dio entrada a Roger Matamala, exjugador del Rubi, y Machín hizo lo propio con Rovirola por Coris. Tras una jugada en la que el portero visitante Palatsí quedó tendido en el suelo por un choque con un adversario, llegaron los dos goles en apenas tres minutos.

Primero golpeó el invitado. Jandro ejecutó el lanzamiento de un córner y Juanlu aprovechó para marcar el primero de la noche (0-1, min. 58). Fue una jugada curiosa porque desde la grada no se vio que el balón hubiera entrado y sólo los abrazos entre los jugadores gerundenses dilucidó la incertidumbre. El Girona podía pensar que tenía el partido encarrilado, pero Prior conectó un obús desde la frontal para establecer el empate al cabo de tres minutos del gol inicial (1-1, min. 61).

El tanto de las tablas animó a los badaloneses, que se estiraron y gozaron de buenos minutos con la posesión de balón. Abraham disparó a las manos de Palatsí (73') y previamente Bigas había probado suerte con su pierna derecha (69'). Sin embargo, ni el empuje tras el empate ni el carrusel de cambios por parte de ambos entrenadores evitaron que se llegase al minuto 90 con el marcador igualado, por lo que hubo que recurrir a los lanzamientos de penas máximas.

Ahí el acierto de los jugadores rojiblancos y la providencial mano de Palatsí -de nuevo- en el penalti de Álvaro Vega fueron la clave para que el Girona vuelva a tener otras semifinales de Copa Catalunya a su alcance. De momento, espera rival, y el domingo visita Butarque, campo inédito ante un rival recién ascendido, el Leganés.