El Girona necesitaba ganar, y así lo hizo en el Mini Estadi. La motivación para los de Pablo Machín, fue el primer gol del partido –minuto 6–, una obra maestra del jugador blaugrana Sandro. A partir de este momento despertó la bestia. Los jugadores del conjunto gerundense se pusieron las pilas para remontar la posible derrota que les pondría de nuevo en zona de playoff. La gran presión arriba y también el toque fueron los protagonistas del duelo entre los dos equipos catalanes

Toda la plantilla rojiblanca estuvo al máximo nivel, incluso David Juncà, que después de estar seis meses fuera de los terrenos de juego, volvía al once inicial. Su velocidad e intensidad fueron claves para apoyar a sus compañeros y conseguir la victoria. En una segunda parte de infarto, el Girona marcó tres goles para imponer su ley y la de Pablo Machín, que supo animar a sus hombres para convertir una posible derrota, en un gran partido de buen juego y sobre todo goles. El Girona, pudo ahogar a un Barça B que mostró su mejor versión de la temporada. El conjunto barcelonista, volvió a demostrar que aún conserva su hambre de ganar partidos, a base de un gran juego de posesión del balón y espíritu de equipo

Milagroso Mata

Empezaba el choque en el Mini Estadi, y el Girona ya desató sus ganas de destrozar a su rival. En el primer minuto de juego Sandaza, presionando a la zaga local, pudo ponerse de cara a portería. Siguiendo esta racha atacante el primer disparo a portería fue de Granell -min. 3-, y un minuto después, Juncà remató un córner pero Juste rechazó el balón.

Cuando la afición rojiblanca menos se lo esperaba, llegó el primer gol de la squadra blaugrana. En una espera atrás de la zaga gerundense, Sandro -minuto 6 de partido- llegando desde casi el medio campo, al llegar al borde del área rival puso un remate de auténtico crack justo a la escuadra, ni el mismo Isaac Becerra pudo parar la genialidad del ariete canario. Empezó aquí la revolución culé para poder llevarse la victoria que tan ansiaba para poder salir del descenso.

Aunque el luminoso estaba en contra, el Girona no decayó y siguió jugando con su estilo de contención y ataque posicional. En el minuto 20, Cifu demostró que su equipo no estaba mal y puso contra las cuerdas al cancerbero Suárez. Igual que la sorpresa de Fran Sandaza –minuto 25–, que des del medio campo disparó, pero muy atento el portero local pudo blocar-lo. La más clara –min. 37–, del delantero rojiblanco Mata, que se quedó solo delante de Suárez, pero el remate del madrileño lo paró un providencial arquero culé. Ya en el 43', llegó la salvación del conjunto gerundense. De nuevo Jaime Mata, como un auténtico killer, supo presionar bien a Sergi Samper, que quiso pasar el balón al portero, pero el ariete rojiblanco se interpuso y remató para poder el uno a uno en el marcador antes del descanso. 

¡Imparables!

Ya en la segunda parte, cuando el público aún volvía a su sitio en la grada llegó el segundo del Girona. Eloi Amagat –min.47 –remató un disparo raso después de un córner que Suárez, sin opciones, no pudo parar. A partir de aquí llegó el éxtasis de los más de 1100 aficionados gerundenses que convertían la gradería del Mini Estadi en un auténtico Montilivi. Siguió el juego arrollador de este estratosférico Girona, y en el 54’ llegó la ejecución del cuadro culé –el tercer gol –. Llegó un remate al borde del área pequeña que detuvo Suárez, pero no pudo el que puso Sandaza en segunda instancia.

Después del uno a tres y unos largos minutos de intensidad completa y ocasiones impresionantes, llegó el gol blaugrana de las  botas de Adama Traoré –min.80– que dejaba con opciones al conjunto culé –dos a tres en el marcador–. Gran desborde por la banda derecha del delantero del Hospitalet, que dejó sin opciones a la zaga rojiblanca i al cancerbero catalán Isaac Becerra.

El conjunto local quería crecerse en los últimos minutos de partido para conseguir el empate, pero el Girona demostró ser un auténtico equipo de Primera y antes del pitido final marcó el cuarto. Gran jugada de contraataque de Felipe Sanchón –que había entrado en el minuto 69 en lugar de Sandaza–, que pudo rematar al borde del área, pero sin ángulo fue a las manos del arquero local, pero en el rechace Cifu –min. 90+1–, con mucha sangre fría, puso final a la goleada del cuadro gerundense al equipo de la ciudad Condal. Una semana más que el Girona puede soñar en el Olimpo de Primera