El comodín por excelencia, el hombre que puede adaptarse a más posiciones dentro del terreno de juego, Aday Benítez, volvió a ser de la partida en Anduva, en la derrota (1-0) del Girona contra el Mirandés. El de Sentmenat había estado varias semanas fuera de las convocatorias por una rotura en el abductor que se alargó más de lo previsto y disputó un total de 71 minutos, que se suman a los 43 que había repartido en tres partidos.
Su reaparición fue una buena noticia para Machín, porque el carril derecho, donde percutió Aday, parece estar gafado. A su titular habitual, Javi Álamo, que fue operado la semana pasada y estará un mes fuera de los terrenos de juego, se le unió la baja de última hora de Coris, que tuvo que abandonar la convocatoria. El canterano se resintió de unas molestias en el pie cuando el equipo viajaba en el autobús y fue Carles Mas quien tuvo que sustituirlo en el último momento.
El ex del Tenerife valoró esta mañana su concurso en el partido de ayer. "La primera parte me encontré bien, aunque un poco asfixiado. Es normal porque desde el partido contra el Zaragoza (en junio) no salía de inicio, y en la segunda noté el bajón", explicaba Aday, que aseguraba que el partido "podría haber ido mejor porque el equipo perdió 1-0 y siempre se intenta ganar".
Como es habitual, Aday se mostró prudente en relación con sus oportunidades en el campo. "Nunca puedo pensar que estoy consolidado, pero tengo la confianza del míster", decía el jugador, que aprovecha las lesiones de Coris y, sobre todo, de Álamo para arañar minutos. "Si hay bajas siempre hay que intentar estar para ayudar al equipo".