Cinco meses. Eso es lo que se cumplirá este sábado desde la desilusión mayúscula del Girona en su longeva historia. El próximo rival del conjunto gerundense, y al que se enfrentará domingo, no es otro que el Lugo, equipo de infausta memoria para la parroquia rojiblanca porque fueron precisamente los gallegos los que, con un gol en el último suspiro, arrancaron de cuajo las aspiraciones de ascenso de los de Machín.
Vuelve a Montilivi el Lugo y lo hace en un momento delicado para los catalanes. Capaces de vencer en San Mamés, Oviedo o Pamplona, los de Machín todavía no han vencido en casa. La sensación es que el rival es el idóneo para cortar la racha y matar dos pájaros de un tiro. Así lo cree Eloi Amagat, que fue uno de los damnificados aquel 7 de junio. "Falta ganar en Montilivi, y qué mejor que hacerlo contra un rival que no nos trae buenos recuerdos. Todo es muy reciente y tenemos ganas que llegue", dice el jugador.
"Han pasado pocos meses, y cuando se ve que el próximo partido es en casa y contra el Lugo, tras lo que pasó, se recuerda, aunque la sobremotivación hay que llevarla con tranquilidad", dice el centrocampista, que ha tenido palabras para el rival: "El Lugo lleva muchas campañas sin apenas sufrir para salvarse. Fuera de casa baja su rendimiento y con nuestra necesidad de ganar puede ser el rival propicio".
El '10' del Girona también recordó la última jornada de liga, en la que los gerundenses vencieron por 0 a 1 a Osasuna. "Necesitábamos la victoria y la confianza para demostrar que podemos vencer a cualquier rival, aunque antes de la jornada no estábamos tan mal", explicó, a la par que destacó la igualdad de la categoría: "Con una victoria, nos acercamos a dos puntos del 'playoff' y estamos cuatro por encima del descenso. Con un par de victorias estás en lugares privilegiados".