Héroe en Gijón. Villano en Girona. Desconocido por muchos hasta el pasado 7 de junio. Autor del gol en el minuto 91 que dejaba sin ascenso al Girona y convertía en nuevo equipo de Primera al Sporting. Argentino, 29 años y 1,91 metros de estatura. Estamos hablando de Pablo Caballero, el delantero referencia del Lugo. El argentino habló esta mañana sin tapujos del próximo partido que enfrentará a los lucenses contra el conjunto gerundense.

Antes de hablar del rival, Caballero fue sometido a varias preguntas en relación al clima hostil que seguramente vivirá Montilivi este próximo domingo. "No sé cómo van a reaccionar. Vamos a ir a jugar a fútbol, como el año pasado. Eso es fútbol y a veces pasan estas cosas. En mi caso, voy a hacer mi partido e intentar hacer las cosas bien", decía el argentino, que no tiene nada que ocultar. "No he hecho más que mi trabajo, y es por mi trabajo que me odian o me quieren".

El '9' del Lugo se siente preparado en relación al recibimiento de la afición de Montilivi. "Sé a lo que me expongo, vengo del fútbol argentino, donde siempre hay un clima hostil. No tengo miedo y celebraré el gol como he hecho siempre", apuntaba el ex de Racing de Avellaneda. "En mi caso me gusta que haya clima. Cada jugador lo usa para motivarse o no. Espero que todo lo que haya lo tomemos para mejor y vengamos con los tres puntos".

Caballero también se refirió a la trayectoria actual del cuadro lucense, décimo con 16 puntos. "Es bueno tener esa cantidad de puntos, podríamos tener más pero estamos bien y apuntamos a seguir mejorando. Nos está costando sumar como visitante y es una buena oportunidad", explica el autor de cuatro goles, que se siente a gusto en el club. "Hay muchas cosas positivas en el Lugo. Cada partido es distinto y nos sobreponemos a lo que hay con muchas variantes. Vamos por buen camino".

Por último, tuvo palabras para su próximo rival, más allá de cómo sea el recibimiento a los gallegos. "Es un rival duro y aguerrido que juega muy bien. Viene de ganar a Osasuna y querrá seguir ganando. Que nosotros consigamos ganar pasa por nuestro convencimiento", recuerda el ariete, que a pesar de su estatura deberá pelear con centrales muy espigados. "Cada partido y cada rival es difícil. En este caso, con centrales tan altos -Lejeune mide 1,90 metros y Alcalá, 1,96- habrá que ingeniárselas".