La victoria por cero goles a uno delante del Llagostera eleva a siete los encuentros consecutivos del conjunto dirigido por Pablo Machín sin conocer la derrota. Tras lograr 15 de los últimos 21 puntos en juego, el conjunto gerundense aspira a consolidarse en la zona alta de la clasificación tras un mal inicio de temporada. Pese a ello, el técnico soriano mantiene su habitual discurso de asegurar la permanencia antes de aspirar a objetivos mayores.
Una victoria de prestigio
En un encuentro marcado por la tensión habitual que genera un derbi, el Girona impuso su condición de favorito que marcaba su situación en la clasificación respecto a su rival, un Llagostera que con esta derrota ve más lejos aún sus aspiraciones de salvación. Tras un inicio de temporada donde los malos resultados situaron al equipo de Pablo Machín al borde del descenso, una espiral de resultados positivos ha vuelto a situar al conjunto gerundense como candidato a todo pese a que el técnico soriano se mostró muy prudente sobre la situación actual del equipo: "No hablaremos de los play-off hasta que no logremos la permanencia, que no es el único objetivo pero si el primero. Debemos continuar compitiendo".
Las siete jornadas consecutivas sin caer derrotados han generado una fuerte dosis de optimismo entre el aficionado gerundense que sueña con sacarse la espina de la temporada pasada, donde se perdió el ascenso de categoría en un final dramático. "Esta racha nos dice que continuamos compitiendo bien, siendo un equipo sólido y fiable. No nos marcan goles con facilidad, y teniendo jugadores de calidad arriba, con tantas llegadas lo más probable es que, de vez en cuando, metamos alguna" reflexionó Machín.
En un encuentro marcado por las claras ocasiones falladas por ambos conjuntos, el técnico soriano reconoció que en encuentros de este tipo "la eficacia decide y se imponen las dinámicas y hasta un cierto punto de fortuna. Hemos empezado mejor nosotros, más concentrados y con algo más de posesión de balón, pero ellos nos hacían daño con balones largos peinados y dejados por Juanjo. El encuentro se ha ido igualando y el segundo tiempo ha sido más equilibrado, con ocasiones claras, como el palo del Llagostera".
Una segunda mitad de ida y vuelta
Tras una primera mitad donde el Girona controló el balón en su mayoría, el segundo tiempo deparó un encuentro roto donde en cualquier jugada aislada se pudo haber desequilibrado la balanza para cualquiera de los dos conjuntos. Ante el peligro local en sus aproximaciones, el técnico soriano apostó por dar entrada a Richy tras tres meses fuera de combate por un Carles Mas que se vio superado por la situación: "Hemos decidido sacar a Mas en el once porque lo estaba haciendo bien y está más rápido que Richy en los balones largos, pero nos han generado problemas con sus dejadas en su zona. Es mérito del Llagostera y hemos mirado de solucionarlo", comentó el técnico soriano.
Pablo Machín no se demoró mucho en realizar su segunda sustitución, al dar entrada a Borja García al poco de haberse iniciado el segundo tiempo. Con él en el campo, el equipo gozó de mayores oportunidades para lograr el gol que le diese los tres puntos. "Al final, nos la hemos jugado a la ruleta rusa. Veníamos a buscar la victoria sí o sí. Con Borja, cuando el partido estaba más abierto, buscábamos claridad en las asistencias al espacio. Los dos carrileros eran cada vez más extremos. Estábamos partidos, es verdad, y podríamos haber marcado cualquiera de los dos equipos. Y nos ha sonreído un poco más la suerte, la justicia, el acierto, no lo sé. No diré que no lo merecíamos, pero ellos también han echo méritos para empatar", concluyó Machín.
Final con polémica
El partido se decidió por una pena máxima materializada por Granell en el minuto 87 tras un forcejeo entre Aimar y Jaime Mata dentro del área. Una pena máxima muy protestada por los locales y no exenta de polémica al declarar varios jugadores y el técnico local al término del encuentro que el mismo delantero madrileño fue al vestuario a pedir disculpas por una supuesta simulación que provocó el error del colegiado.
Preguntado sobre ello, el técnico soriano no dudó al asegurar que "nos han señalado un penalti, y creo que podría haber habido otro (un agarrón sobre Javi Álamo en el segundo tiempo que el colegiado ignoró) pero no es cuestión de hablar sobre estos temas. Me sorprende que Mata haya pedido perdón, no me consta que lo haya echo. Es complicado ser objetivo cuando se valora la acción del penalti".
Precisamente, Jaime Mata vio la quinta cartulina amarilla de la temporada y será baja para el partido del próximo sábado a las 18.00 horas ante el Mirandés en Montilivi. Por contra, Pablo Machín recuperará a Alcalá tras perderse ayer el encuentro ante su ex equipo al cumplir ciclo de amonestaciones.