Después de otra noche muy gris del Numancia, su entrenador daba la cara en rueda de prensa para someterse a las preguntas de los periodistas sobre el partido y la preocupante situación del equipo. 

Anquela comenzó haciendo una sístesis crítica de como había transcurrido el encuentro: "El partido se nos puso pronto bien, hicimos un gol y cuando ese gol debería de habernos tranquilizado fue todo lo contrario. Nos pusimos nerviosos, tensionados, empezamos a perder balones y lógicamente el rival ha aprovechado la situación, ha empatado y luego ha sido un querer y no poder". Tras esto, uno de los periodistas preguntó que si había sido más un "no saber" que un "no poder", refiriéndose a las pocas ideas del equipo. El técnico le dio la razón y afirmó: "Ha habido momentos en que hemos estado muy imprecisos y se nota la tensión que estamos pasando y todo esto se cambia con un buen resultado, pero jugando así un buen resultado es difícil que venga. Hemos perdido balones muy fáciles y el rival se viene arriba. En el gol saltamos tres a un mismo balón... cometemos errores que hay que pagar. El rival tampoco ha apretado, pero se ha aprovechado de nuestras imprecisiones y no se ha llevado el partido de milagro".

Sobre el poco resultado que están dando los numerosos cambios en el once de los últimos partidos, se le pregunto al jienense que qué queda por hacer. Anquela lo tuvo muy claro y no dudó en hacer suya la responsabilidad de la mala situación rojilla: "Queda seguir trabajando con la misma ilusión del primer día y saber que esto se pone duro y cuanto más duro se ponga mas "tíos" tenemos que ser. Pero todos. Yo no escurro el bulto nunca y yo no me quito la responsabilidad jamas. Aquí el principal y único culpable de lo que esta pasando soy yo. Lo tengo muy claro. Yo estaré con mis futbolistas a muerte. Tengo mis quejas como todo el mundo. Hay cosas que se ven y que son claras y evidentes, pero yo nunca voy dejar de defenderlos y de estar con ellos".

Volviendo al partido contra el Leganés, Anquela afirmó que en los últimos minutos tenía la esperanza de poder sacar algo más: "Siempre se tiene la esperanza de tener un balón parado y de poder... pero es que no llegábamos". Sobre la expulsión y lo que había significado: "La expulsión hay que verla. No se. Cuando ahora se salta con el brazo le sacan tarjeta a todos. Nos hemos quedado con 10 y con gente muy justa físicamente. Nos quedamos con lo que tenemos porque otras veces nos habría gustado empatar los partidos que hemos perdido".

Una vez repasado el partido, al entrenador se le habló sobre qué podría pasar si esta situación se alargaba, dejando entrever si su cargo podría correr peligro. Anquela no escurrió el bulto y volvió a asumir toda la responsabilidad: "Yo se como funciona el fútbol y a mi esto no me sorprende. Lo que si os puedo decir que yo no voy a bajar ni un apice en mi trabajo, en mis ganas, en mi ilusión y luego ya si los resultados vienen pues bien y si no el fútbol es el que manda como siempre. Yo he estado en situaciones peores que estas y si estamos unidos vamos a salir. Lo tengo clarísimo. Hay que saber que enfermedad se tiene y como se cura y esta enfermedad se cura muy fácil, estando todos juntos y siendo un equipo en las duras y sobre todo en los momentos malos".

Para finalizar la comparecencia, Anquela dejó un mensaje de trabajo y de unidad, quitando responsabilidad a sus jugadores: "Nuestro presente es preocupante. Lo vuelvo a repetir, nosotros trabajamos mucho y no vamos a dejarlo ni un segundo. El único responsable y el único culpable de todo esto soy yo. No hay que darle mas vueltas".