Si al Sabadell de Juan Carlos Mandiá tuviera que ponerle una nota alguien, seguro que no llegaría al aprobado ante el Llagostera. El conjunto arlequinado volvió a mostrar una pobre imagen en la Nova Creu Alta ante sus aficionados en lo que se había vendido como una final, un partido clave de cara a enderezar el camino hacia la permanencia. Los laneros siguen colistas, y ven cada semana más lejos la salvación.
Cabe decir, que el Llagostera no lo puso nada fácil. Anotó rápido y se dedicó gran parte del partido a formar dos líneas de cuatro hombres bien juntas para evitar que los locales consiguieran empatar el encuentro. Los de Carrillo empezaron el encuentro mejor que el Sabadell, pero con la meteorología en contra, -pues una tormenta afectó la ciudad durante todo el partido- , ambos no pudieron hacer más que correr tras el balón.
El Llagostera golpeó primero
El Llagostera salió desde el primer minuto a por un tanto. Sabían que últimamente la Nova Creu Alta volvía a ser algo parecido a un templo inexpugnable, pero ellos consiguieron anotar el primer gol pronto. A los tres minutos ya, el conjunto gerundense ya avisó con un tanto de Querol que fue anulado por falta previa. Tras esta acción, Juanjo, Hidalgo y Collantes probaron a atacar con disparos lejanos la portería de René, todos ellos sin acierto finalmente. Cerca de los 20 minutos de juego, Nauzet tuvo que intervenir en dos ocasiones que el Llagostera no consiguió rematar.
Pocos minutos después, Juanjo cruzó un balón en el interior del área para adelantar al Llagostera en el electrónico. Desde ese momento hasta el descanso, el Sabadell gozó de dos ocasiones para empatar. Collantes de nuevo y Aníbal pudieron transformar sus disparos al filo del descanso. Ninguna de las dos ocasiones se materializaron, y la realidad era que, bajo una lluvia intensa, el conjunto arlequinado y sus aficionados se iban al decanso perdiendo 0-1. Aun así, visto lo visto, había esperanza de remontar.
Kiko Olivas dio esperanza
Con el marcador favorable, el Llagostera se dedicó gran parte de la segunda mitad a juntar dos líneas de cuatro hombres en su campo e intentar evitar los ataques del Sabadell. Los arlequinados dominaban en cuanto a la posesión, pero las llegadas eran escasas e insuficientes para crearle peligro a los pupilos de Carrillo. Los segundos 45 minutos fueron monopolizados por los laneros, pero ninguna de las ocasiones que tuvieron hombre como Collantes, Hidalgo o Aníbal fueron suficientes. El capitán del Sabadell tuvo la más clara en el minuto 75, cuando solo frente a René, mandó un disparo potente por encima de larguero.
El factor psicológico iba marcando el final de la batalla. Con un chaparrón que duró los 90 minutos, con ocasiones que no se materializaban y con un Llagostera que defendía con uñas y dientes la victoria perdiendo tiempo, los jugadores de Juan Carlos Mandiá empezaban a verse superados. En esta ocasión, pero, el fútbol quiso ser injusto con el Llagostera. El conjunto de Carrillo demostró ser muy astuto consiguiendo poner el Sabadell contra las cuerdas en su casa.
Llegó el minuto 90 y la afición, viendo que tan solo se añadían tres minutos, mostró su descontento con el colegiado. Pero no sabían que en ese minuto 93 iba a llegar el gol de Kiko Olivas. El central aprovechó un balón aéreo para cabecearlo al fondo de la red y empatar el partido. Con el gol de Kiko, el encuentro llegó a su final. El Sabadell sigue colista con un punto más, y el Llagostera sigue en la zona media de la tabla con cierta tranquilidad.