Vaya por delante que si algo parece sacarse en claro es el once titular. El segundo partido se saldó con idéntico esquema inicial que frente a la Llagostera. A falta de la recuperación de Marcelo Silva, Cristian Fernández o Emanuel Culio -se espera la llegada del transfer- diez canarios y un argentino son los llamados al protagonismo incipiente.
Fue por tanto el usual 4-3-3 que parece haber persuadido a Paco Herrera. El encuentro dejó mejor imagen amarilla. La defensa de Las Palmas apenas dio lugar a la ocasión local. El doble pivote (Javi-Hernán) no propuso la posesión deseada pero sí destacó en funciones de abrigo.
La peor seña se dio en las alas del representativo. Tanto Nauzet como Momo perdieron exponencialmente el protagonismo dado en los primeros instantes; esta ausencia, la de posesión y desborde, llevó a que Valerón y Asdrúbal entraran en pro de Las Palmas al principio del segundo capítulo. Raro según las costumbres de Herrera.
Y Sergio Araújo volvió a recitar. Propuso rupturas y fijó a los defensas. Se convirtió en el incordio perpetuo de la zaga local. Fue suyo el gol inicial. Con sabor argentino, su remate desde la frontal, rebotado a la postre por un zaguero, acabó entrando por encima de Cabrero.
Los minutos baleares hicieron acto de presencia tras el golpe amarillo. El Mallorca demostró ser un equipo empeñado en mantener el control del redondo pero negado a la hora de formalizar rápidas ocasiones. Las Palmas se mantuvo impotente durante más de quince minutos, fueron los instantes en los que los locales pudieron dar la vuelta al resultado.
El empate llegó a partir de un córner despejado por Hernán -al centro- y rematado de volea por Pep Martí, desde la frontal del área, hasta el fondo de las mallas. Anteriormente, los de Valeri Karpin pudieron haber anotado, si no hubiera sido por la señalización de un inexistente fuera de juego.
La segunda parte no tuvo parangón. Los cambios de Paco Herrera -Valerón, Asdrúbal y Roque Mesa- acabaron con una apatía que comenzaba a imperar sobre la bonita lucha táctica que hasta entonces se había demostrado. Y se evidenció el buen fondo de armario que tienen.
La recuperación del sector creador, que con la figura de Valerón volvió a funcionar; la rapidez de los extremos y la mordiente de Araújo dieron pie a varias ocasiones que a tenor del resultado, es visible que no fueron fructíferas. A pesar de que se mereció más, el empate es de bien recibo tras un enfrentamiento muy trabajado.
El Mallorca disputará su próximo encuentro el domingo, siete de septiembre a las 20:00 contra el Leganés. En la misma fecha, Las Palmas jugará sus tres puntos frente al Lugo. Son partidos encuadrados en la tercera jornada de la Liga Adelante.