Con toda seguridad, Pablo Infante se encuentra entre los 10 jugadores más relevantes de la Liga Adelante. Considerado un jugador del montón a lo largo de su carrera deportiva, Infante dio en 2012 un golpe sobre la mesa y se dio a conocer en toda España, convirtiéndose en uno de los jugadores revelación del año del fútbol europeo. El burgalés es un claro ejemplo de que no hace falta jugar en un equipo grande para triunfar y ganarse un hueco entre los futbolistas más reconocidos de la División de plata del fútbol español.
Inicios
Pablo Infante Muñoz nace el 20 de marzo de 1980 en Burgos en el seno de una familia modesta y humilde, dos características que le definen a la perfección tanto dentro como fuera del campo. Infante inició su carrera deportiva en las categorías inferiores del Real Burgos, pero con la desaparición de la cantera del club burgalés, tuvo que hacer las maletas para marcharse al Racing Lermeño, equipo histórico donde los haya de la Tercera División Española. Debutó en el club de Lerma a los 19 años y fue de los más destacados de su equipo durante los tres que allí estuvo.
Ya en 2002 se incorporó a las filas de la Unión Deportiva Grupo Río Vena, otro de los equipos más relevantes de la provincia de Burgos, en el que estuvo sólamente un año ya que en 2003 se confirmó su fichaje por el Arandina, club burgalés que se formó con la desparición de la Gimnástica de Arandina. En Aranda del Duero estuvo dos temporadas, ambas en Tercera División.
La etapa gloriosa en el Mirandés
Sus destacadas actuaciones en el Arandina y las dificultades económicas por las que pasaba el equipo facilitaron su fichaje por el Club Deportivo Mirandés en 2005. Durante dos años seguidos, el equipo de Miranda del Ebro quedó campeón de su grupo en Tercera División, pero no llegó a ascender en la promoción por el ascenso. Tuvo que esperar hasta el año 2009 para que el club consiguiera el ansiado ascenso a Segunda División B.
2012 será el año que estará en la memoria de Pablo Infante durante toda su vida. El jugador se dio a conocer en toda España por sus espectaculares actuaciones frente a equipos de Primera División en Copa del Rey: primero, ante el Villarreal en dieciseisavos, donde marcó dos goles; contra el Racing de Santander anotó otro tanto que clasificó a su equipo para 1/4 de final. Por último, frente al Espanyol marcó nuevamente dos goles y dio la asistencia del gol agónico en el 92 que dio el pase al Mirandés para las semifinales del torneo del KO.
Aunque su equipo cayó finalmente en semifinales frente al Athletic de Bilbao, siempre estará en la memoria de todos los burgaleses la ofrenda floral al busto de Pichichi, acto que ya es tradición cada vez que un equipo visita San Mamés por primera vez.
Las buenas noticias siguieron llegando con su renovación por un año con el equipo, año en el que sería partícipe de su segundo ascenso con el Mirandés, esta vez a la Liga Adelante, al fútbol profesional. De hecho, el primer gol de los burgaleses en la categoría de plata lo materializó el propio Infante contra el Xerez.
Nuevo equipo, nuevos objetivos
A sus 34 años y consciente de que le quedan pocas temporadas como profesional, Infante fichó en este mercado de verano por la Ponferradina. A cambio, el Mirandés recibió 700.000 euros, convirtiéndose en la venta más cara del club del Ebro. La Ponfe es su primer equipo que no es de Burgos, pero su gran calidad le está permitiendo adaptarse en la entidad leonesa. De hecho, Infante marcó el primer gol de la Ponferradina en esta nueva edición de la Liga Adelante con un gol olímpico frente al Tenerife.
Ahora, Pablo tiene el objetivo más importante de su carrera: Nada le haría más ilusión que debutar en la Liga BBVA antes de retirarse y, de momento, no va por mal camino: la Ponferradina ocupa el quinto lugar en la tabla y está a dos puntos de la zona de ascenso directo, lugar que ocupa su siguiente rival, la UD Las Palmas, que visitará este sábado el estadio de El Toralín. Se espera que se vea un encuentro muy disputado en el primer gran examen de Pablo Infante esta temporada.