A sus 32 años, Acorán Barrera vive un momento muy dulce en las filas de la Ponferradina. El centrocampista tinerfeño, tras su viaje interminable en la Segunda División B, encontró la estabilidad que buscaba en el equipo blanquiazul. Con 29 partidos a sus espaldas y tras más de dos mil minutos jugados esta temporada, Acorán se postura como uno de los jugadores a seguir en el partido que enfrentará a la UD Las Palmas con la Ponferradina.
Como hombre de banda que es, el jugador ha conseguido regresar al estado de forma que siempre le ha caracterizado, y sus números esta temporada lo reflejan a la perfección. En la labor ofensiva, el jugador ha dado un total de 873 pases con un 75% de efectividad. En el plano de los tiros, ha ejecutado un total de 38, de los cuales 14 han ido a portería (41%). Ya en lo estrictamente goleador, Acorán lleva ya anotados siete tantos y ha repartido las mismas asistencias.
Ya en el terreno defensivo, el jugador ha ganado 180 duelos individuales (55% de efectividad) y en el juego aéreo se ha anticipado un total de 47 veces (53). Con éxito, ha realizado 39 entradas y su agresividad en defensa no se ve reflejada en absoluto en el terreno disciplinario, donde tan sólo ha sido amonestado en una ocasión.
Nacido en Santa Cruz de Tenerife el 31 de enero de 1983, el jugador se inció y se formó en el fútbol en la cantera del CD Tenerife, donde incluso llegaría a debutar con los blanquiazules, donde jugaría nueve partidos en la Liga BBVA y llegaría jugar incluso ante el Real Madrid. Con el descenso de los tinerfeños el jugador estaría cedido en diversos equipos hasta 2005, año en el que se desvincluaría del equipo canario. El Real Burgos, el Corralejo de Fuerteventura y el desaparecido Universidad de Las Palmas fueron algunos de esos equipos.
Ya desvinculado del Tenerife, el jugador ficha por el Celta de Vigo. Sin embargo y pese hacer la pretemporada con el primer equipo, jugaría en el filial gallego en aquella temporada. Sin oportunidad de hacerse un hueco, el jugador repartiría sus tres siguientes años tanto en el Raqui San Isidro tinerfeño como en el Melilla.
Tras desvincularse del club de la ciudad autónoma, el jugador haría las maletas para viajar a Ciudad Real donde sería una de las piezas fundamentales del Puertollano durante los dos siguientes años, tiempo suficiente para concencer a los ojeadores de la Ponferradina, donde ficharía en el mercado de invierno en 2011, club en el que ha estado hasta la actualidad.
Ahora, Acorán se ha convertido en una de las piezas funadementales de su equipo y gracias a su gran aportación tanto en lo ofensivo como en lo defensivo por ambas bandas, el jugador es uno de los responsables de que la Ponferradina ocupe la séptima plaza de la Liga Adelante, y ahora tendrá que volver a Gran Canaria, esta vez para medirse a una UD las Palmas que necesita los tres puntos para volver a reengarcharse a la lucha por el ascenso directo. Con el regreso de Jonathan Viera y Nauzet Alemán, el jugador protagonizará un bonito duelo en las bandas tanto con los interiores como con lo laterales amarillos, por lo que la emoción está más que servida.