El regreso de Culio reactiva a Las Palmas

El centrocampista argentino volvió a defender la camiseta amarilla después de haber superado el esguince en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha, una dolencia producida en el enfrentamiento ante el CD Tenerife. Tras tres semanas de proceso recuperatorio, éste volvió a ejercer en la media cancha amarilla y aportó el carácter necesario para que el equipo volviera a la buena senda.

El regreso de Culio reactiva a Las Palmas
Fotografía: Jonathan Alonso| VAVEL
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Por Cristian Olivares

Culio se convirtió en un jugador importante desde su aterrizaje en Gran Canaria. El tiempo que tardó en llegar su certificado de transferencia sirvió para que éste se adaptara completamente bien a la isla y realizara varias sesiones preparatorias, con el fin de obtener el nivel físico adecuado para afrontar una competición tan larga como la Liga Adelante. Posteriormente, con la documentación en orden tras haber comenzado el campeonato, Culio contó con el beneplácito de Herrera y se convirtió en una pieza inamovible de su pizarra táctica, pues aportó el complemento perfecto para una media cancha que, perfectamente, podría competir en la élite.

El complemento perfecto para el doble pivote

En el comienzo del campeonato, todo eran buenas noticias en el seno deportivo de la Unión Deportiva Las Palmas. El doble pivote formado por Javi Castellano y Hernán hacía las delicias de un respetable que veía cómo Roque o Vicente Gómez complementaban a ambos fotbulistas en sus funciones, pues la idea principal de Paco Herrera era contar con tres efectivos en la medular del terreno de juego. Los buenos registros permitieron que Las Palmas fuese uno de los equipos más destacados del campeonato gracias a la intensidad mostrada en todas las parcelas del terreno de juego, mientras que Culio esperaba la llegada de un certificado de transferencia que tardó más de lo esperado, algo que le permitió realizar su particular puesta a punto.

Con la documentación en orden, Herrera no tardó en darle el protagonismo necesario a un jugador que llegó a la isla con el claro objetivo de acabar sellando el retorno a la máxima categoría, pues horas después de contar con la aprobación de los documentos, éste debutó en partido oficial con la UD Las Palmas ante el Sporting de Gijón, haciéndolo además en la formación titular. Desde su comienzo, se observó que el "19" amarillo no era un jugador del montón, ya que las características con las que cuenta sirven notoriamente para que se amolde al estilo de juego de una escuadra que comparte semejanzas con el propio futbolista.

Su carácter batallador y la picardía a la hora de ejercer su juego en la media cancha facilitan bastante la labor a sus compañeros. El argentino plasma en sí mismo numerosas características del fútbol de su país, mostrando ser un jugador competitivo en todas las acciones del choque, independientemente del resultado que se observe en el marcador. Numerosas cualidades que hacen de éste un jugador prácticamente inprescindible en los esquemas de Paco Herrera, ya que Las Palmas gana bastante presencia en la medular gracias al propio Culio, que abarca bastante campo ejerciendo sus funciones y, del mismo modo, aporta la calma necesaria en el momento oportuno, protegiendo el balón de una manera bastante destacada para hacer imposible los intentos rivales por arrebatarle la posesión.

Por su parte, con el balón en su poder, el centrocampista amarillo cuenta con las buenas formas necesarias para hacer distribuir el balón con bastante criterio. La Unión Deportiva no encuentra solamente un jugador batallador en la parcela central del terreno de juego, pues cuando el conjunto grancanario lo requiere, éste sabe perfectamente qué hacer con el esférico, realizando los movimientos necesarios para facilitar la circulación y, de este modo, hacer que el equipo cuente con mayor fluidez en el juego.

Su rendimiento entró en decadencia tras la sanción ante el Zaragoza

Todo iba sobre ruedas para una escuadra que mantenía un ritmo más que firme hacia la Primera División del fútbol español. El buen juego de Las Palmas maravillaba a todos los seguidores de la categoría de plata, ya que los resultados acompañaban y todo hacía presagiar un camino de rosas para el equipo amarillo hasta el final del campeonato. No obstante, la dinámica grancanaria comenzó a venirse abajo en el encuentro ante el Real Zaragoza, pues pese a la goleada (5-3), las numerosas sanciones sufridas en dicho partido hicieron que el juego palmense entrara en una decadencia prácticamente irremediable.

En la ya mencionada disputa, las malas formas de tres jugadores hicieron que la Unión Deportiva acabara el partido con solamente ocho efectivos, ya que Nauzet Alemán, Ángel López y el propio Culio fueron expulsados de manera directa por diferentes motivos de carácter disciplinario. El colegiado interpretó que Nauzet agredió a un contrario y dicha acción se convirtió en el detonante de lo producido posteriormente. Ángel le propició un manotazo a un trabajador del conjunto maño tras ser agredido previamente, mientras que el mal vocabulario de Emmanuel le acabó mandando también a la caseta.

A raíz de ahí, el argentino no volvió a ser el que era. Culio regresó tras cumplir sus dos partidos de sanción, pero el nivel expuesto no tenía comparación con lo visto anteriormente, pues su rendimiento entró en la misma decadencia de juego que atravesó la UD Las Palmas. Tras el partido ante el Zaragoza, las sensaciones comenzaron a cambiar en el seno deportivo de una entidad que se mostró impotente a la hora de ejercer el buen fútbol de las primeras jornadas y, de manera paulatina, acabó perdiendo un liderato que tapó numerosas carencias en el juego, pues se dieron varios empates por bueno por el simple hecho de seguir comandando la categoría.

No obstante, Culio volvió a rendir al nivel que tenía acostumbrado al respetable en el desplazamiento realizado a Lugo, donde tanto él como el equipo realizaron una primera parte bastante destacada, mientras que en el segundo acto, el cuadro grancanario echó todo el trabajo por la borda, pues dos goles de Iriome mandaron al equipo de vuelta a la isla sin lograr sacar nada positivo. El buen partido del argentino fue solamente un espejismo, pues en jornadas posteriores siguió sin encontrar la fórmula de enmendar su bajo rendimiento y, en el derbi canario, el infortunio se cebó con el propio futbolista en forma de lesión.

Las Palmas notó su ausencia

El cuadro de Paco Herrera estaba en crisis. Los resultados no acompañaban y el Real Betis despojó a los amarillos del liderato asestando un duro golpe en el Estadio de Gran Canaria, donde tres zarpazos durante el segundo acto acabaron con la Unión Deportiva dejando de ocupar la primera plaza de la tabla clasificatoria. La pérdida de dicha posición se produjo de manera paulatina, pues los resultados no acompañaron tampoco en jornadas anteriores a un equipo que acusaba notoriamente los encuentros ante rivales que renunciaban al ataque.

La falta de ideas a la hora de distribuir el balón con criterio y la poca presión en la medular suponían los principales quebraderos de cabeza para un técnico que no logró encontrar la fórmula para acabar con la mala racha de resultados, pues una semana después de la derrota ante el cuadro andaluz, el CD Numancia sacó a relucir todas las carencias amarillas de golpe, asestando otro revés para los palmenses, que cayeron derrotados en Soria de una manera bastante abultada (4-2).

Las alarmas comenzaron a saltar en la isla. A la plantilla le faltaba autoestima, según el propio Herrera, pues él mismo reconoció en las dos derrotas de manera consecutiva que el equipo había bajado los brazos, algo que nunca pasó durante el presente campeonato hasta que llegaron dichos encuentros, donde Las Palmas acentuó de manera bastante notoria los numerosos problemas que atravesaba en su fútbol. Por ello, todas las miradas se centraron en Culio. El cuadro grancanario comenzó a echar en falta a uno de sus futbolistas con mayor carácter, quizás el complemento que faltaba para recuperar la senda del triunfo, algo que se produjo el pasado sábado ante la SD Ponferradina, con el propio futbolista volviendo a escena.

Del mismo modo, Las Palmas notó su regreso

Si el conjunto amarillo notó la ausencia del argentino, lo mismo pasaría con su regreso. Tras su adaptación paulatina a los entrenamientos con el grupo, Culio acortó los plazos recuperatorios establecidos en cuatro semanas, pues en los planes médicos se preveía que éste no llegaría para la cita ante los bercianos. No obstante, las ganas de volver hicieron que éste se ejercitara con total normalidad a falta de dos días para el encuentro y el pasado sábado formó parte de la alineación titular conformada por el propio Paco Herrera.

La media cancha que maravilló durante numerosas jornadas volvió a entrar en escena, pues éste formó junto a Javi Castellano y Hernán en la parcela central del terreno de juego, haciendo que Las Palmas recuperara viejos valores, como la intensidad a la hora de presionar y el buen acierto de cara a portería, con un Sergio Araujo que recuperó la sonrisa dos meses después.

El cuadro grancanario encontró el complemento que faltaba. El equipo necesitaba una marcha más y Emmanuel la aportó con su regreso, sumando notoriamente con su aportación, junto a la del resto del grupo, que gracias al gran partido sellado hicieron que los amarillos reafirmaran su candidatura al ascenso de categoría. El "19" plasmó su trabajo, entrega y numerosas cualidades ya expuestas anteriormente, mientras que con el marcador a favor, contar con un jugador de sus características ayuda aún más a que los tres puntos se terminen quedando en el bolsillo.

El argentino cronometra el encuentro a su manera. Aporta velocidad en el momento oportuno y hace circular el balón con notoria facilidad junto a las buenas formas de Hernán Santana, mientras que cuando interesa, éste pausa el juego y aporta la calma necesaria para que el partido no se vaya por unos derroteros que no le interesan a sus compañeros. En definitiva, Las Palmas ganó rigor en el centro del campo gracias al regreso de Emmanuel y, del mismo modo, éste aportó sus numerosas cualidades para que el conjunto grancanario volviera a sonreir tras cinco partidos sin conocer el triunfo.