Las Palmas recuperó sensaciones durante el pasado sábado en el encuentro ante la SD Ponferradina pero queda como nota negativa que, en las últimas tres jornadas, el cuadro grancanario no ha encontrado la manera de ponerle el cerrojo a su portería, después de que el Real Betis asestara tres zarpazos que acabaron con la mejoría defensiva amarilla en comparación con las primeras jornadas de la primera vuelta. A raíz de ahí, los de Paco Herrera han encajado nueve goles en los últimos tres encuentros, todos ellos marcados por la peculiaridad de estar condicionados por despistes defensivos en cuestión de pocos minutos.
La defensa mejoró con respecto a la primera vuelta
No comenzó nada mal la segunda vuelta para la retaguardia de la UD Las Palmas. Pese a la decadencia de juego mostrada por el equipo a a raíz del encuentro ante el Real Zaragoza, el conjunto amarillo plasmó su base en mejorar la solidez defensiva. Las tres expulsiones sufridas ante el conjunto maño comenzaron a mermar el juego ofensivo de los grancanarios pero, como nota positiva, los zagueros encontraron la manera de amoldarse notoriamente bien a las circunstancias para mejorar las cifras de goles encajados en comparación con la primera vuelta.
| Vuelta | Partidos Jugados | Partidos Ganados | Partidos Empatados | Partidos Perdidos | Goles a Favor | Goles en Contra |
| Primera | 7 | 4 | 2 | 1 | 14 | 6 |
| Segunda | 7 | 2 | 4 | 1 | 6 | 5 |
Las Palmas logró mejorar los registros defensivos tras el arranque del segundo tramo del campeonato, pues en comparación con las primeras siete jornadas de competición, los amarillos fueron capaces de contabilizar un gol menos encajado, haciendo gala de ser un equipo bastante serio con mucho orden táctico en la parcela más retrasada del terreno de juego. Para ello sirvió notoriamente la labor realizada por David García, que se postuló como uno de los hombres más destacados en la línea de cuatro defensores, ejerciendo como buen capitán.
Por su parte, el buen trabajo de Javi Castellano a la hora de ayudar en tareas defensivas aportó mayor seguridad, sobre todo a David Simón, que contabilizó numerosas acciones ofensivas al tener la seguridad de tener sus espaldas bien cubiertas por el gran trabajo que ejerce el centrocampista amarillo a la hora de realizar las coberturas. De igual modo, el equipo perdió rigor en el frente de ataque, pues éstos convirtieron una virtud en problema con la falta de gol, pero las buenas formas para evitar encajar goles hacían que se sellaran numerosos empates en las siete primeras jornadas de la segunda vuelta.
El Betis echó todo el trabajo por la borda en 12 minutos
El conjunto andaluz viajó a Gran Canaria para enfrentarse a un equipo inmerso en dudas. La falta de ideas a la hora de hacer circular el balón con criterio condenaba a un equipo que, en gran parte de las ocasiones, acusaba de manera bastante notoria el hecho de enfrentarse a rivales que renunciaban al ataque. Las escuadras que se plantaban en la isla con dos líneas bastante juntas para imposibilitar la creación de juego amarilla acababa por condenar a los de Paco Herrera, que no encontraba la manera de acabar con un problema que se estaba alargando más de lo normal.
Asimismo, pese a protagonizar un intento de reacción en El Molinón, Las Palmas recibió al Real Betis haciendo una primera parte bastante destacada. Los grancanarios se adueñaron de la posesión y llevaron el peso del partido ejerciendo un fútbol digno del líder de la categoría, posición que ostentaba por esas fechas. No obstante, el frente de ataque perdonó ocasiones bastante claras, algo que los andaluces no harían tras el comienzo de la segunda mitad, donde tres zarpazos en cuestión de 12 minutos acabaron por sentenciar a un líder que, después de 17 jornadas, quedó destronado.
Jorge Molina comenzó la pesadilla en el minuto 64, cuando materializó el primer tanto de la mañana, aprovechando las malas formas con las que había comenzado el equipo amarillo la segunda mitad. Ocho minutos después, el mismo futbolista asestó el segundo golpe para un equipo que, en el minuto 76, ya claudicaba por una diferencia de tres tantos, gracias a la puntilla que puso Dani Ceballos al mandar el balón al fondo de la red, tras plantarse cara a cara ante Casto Espinosa. Los amarillos perdieron rigor táctico y varios fallos de concentración en dicho espacio temporal acabó con producir el mayor número de tantos encajados durante el presente curso en el Estadio de Gran Canaria (0-3).
El Numancia hurgó en la herida abierta en 11 minutos
Una semana después, el conjunto soriano aprovechó el mal estado de forma de Las Palmas para hacer sangre. El equipo amarillo visitó un campo maldito durante las últimas temporadas y acabó el encuentro sin poder acabar con dicho maleficio, todo lo contrario, lo acentuó cayendo derrotado con una derrota bastante abultada que sacó a relucir todas las cerencias amarillas de golpe, sobre todo en la retaguardia (4-2).
La Unión Deportiva claudicó en Soria ante la mejor arma del conjunto local. Los rojillos han mostrado muy buenas maneras a la hora de aprovechar el balón parado y ante el cuadro amarillo hicieron gala de ello, sabiendo aprovechar notoriamente la pasividad y los errores de una escuadra que, en un pequeño espacio de tiempo como ante el Real Betis, recibió tres goles de manera consecutiva que pusieron el encuentro bastante cuesta arriba. En 11 minutos, los de Paco Herrera ya contaban con una desventaja de tres goles en el marcador.
Posteriormente, David Simón acortó distancias pero en la segunda mitad, de nuevo Julio Álvarez le sacó los colores a los grancanarios, que encajaron un gol olímpico después de que el jugador local mandara al fondo de la red un lanzamiento de esquina de manera directa. De este modo, el Numancia anotó tres de los cuatro tantos aprovechando el balón parado para, pese a la pena máxima transformada por Momo, tumbar a un candidato al ascenso que eclipsaba sus expectativas.
Las Palmas venció a la Ponferradina pero siguió pagando caro sus despistes
Una semana después, la crisis se había acentuado. Siete goles en dos partidos hacían de la Unión Deportiva un equipo inmerso en dudas que no encontraba la manera de recuperar las sensaciones de las primeras jornadas, algo que llegó a su fin el pasado sábado ante la SD Ponferradina, donde los de Paco Herrera recuperaron viejos valores para volver a la senda del triunfo después de cinco semanas. Para ello, fue fundamental la reconcialiación de Sergio Araujo con el gol y las buenas formas que mostró junto a Alfredo Ortuño.
La mayor intensidad a la hora de presionar y el regreso de Emmanuel Culio aportaron una marcha más para que Las Palmas acabara con la crisis goleadora que venía atravesando, mientras que como nota negativa quedan los dos goles encajados en dos claros despistes que, una semana más, los amarillos volvieron a pagar muy caro, sellando un total de nueve tantos encajados en los últimos tres encuentros, una cifra bastante elevada para un equipo que centra su ambición en dar el salto a la máxima categoría del fútbol español.
Después de anotar el segundo gol de la noche, obra de Nauzet Alemán, un fallo de concentración tras el saque de centro de los visitantes acabó con éstos celebrando la diana de Berrocal, que acortaba distancias en el marcador y volvía a meter en el partido a una escuadra que en el minuto 28 contaba con una desventaja de dos tantos. Sin embargo, las facilidades expuestas por los amarillos permitieron que solamente un minuto después la Ponferradina volviera a ponerse a tiro de piedra en el marcador.
En el segundo acto, mismo guion. Araujo aumentó la renta pero un despiste defensivo de David Simón se sumó a la tardanza de David García en hacer la cobertura, lo que acabó con el capitán amarillo derribando a su adversario y, posteriormente, con Yuri transformando la pena máxima tras errar el lanzamiento inicial, pero el rechace volvió a caer sobre él y en la segunda jugada no perdonó.
De esta forma, el conjunto amarillo deberá retomar el buen hacer defensivo para, sumado a las buenas formas ofensivas mostradas ante el conjunto de El Bierzo, seguir la escalada clasificatoria que comenzó después de cinco jornadas sin conocer el triunfo, en el claro objetivo de recuperar una posición que ha tenido color amarillo durante gran parte de la competición, como es el liderato de la Liga Adelante.