Una jornada más, las opciones del filial amarillo para permanecer en la categoría siguen intactas pero, sobre el césped, las sensaciones continúan siendo las mismas que en jornadas anteriores, pues el equipo grancanario siguió acentuando su falta de acierto de cara a portería, principal condicionante para que éstos no se proclamaran como conjunto vencedor en una disputa a cara de perro por la permanencia.
Variación táctica de Mingo Oramas
No era un partido más y comenzaba a confirmarse en la formación titular expuesta por el máximo responsable técnico de Las Palmas Atlético. El preparador amarillo decidió realizar diversas variaciones para encontrar el cambio definitivo en un enfrentamiento de vital importancia para evitar el descenso de categoría y, en gran parte, la mayoría llegaron en la retaguardia, pues Ismael y Sito cedieron sus posiciones a Óscar y Nili. El zaguero volvió tras haber superado el proceso recuperatorio de la lesión que le ha mantenido al margen durante las pasadas jornadas, mientras que el extremo grancanario formó como lateral diestro para contar con mayor recorrido por dicha zona del terreno de juego.
En el centro del campo, Enrique Castaño recuperó la titularidad junto a Matías, pues la falta de efectivos en la media cancha, debido a las bajas de Leo y Ale Rivero, acabaron con la pareja habitual que ha venido ocupando dicha parcela del terreno de juego durante varias jornadas del presente campeonato.
Por su parte, en posiciones más adelantadas, Germán se encargó de unir a la medular con el frente de ataque, realizando su cometido de siempre para intentar facilitar la labor a José Artiles y Adrián Hernández, que se postularon como los hombres más ofensivos del filial grancanario durante el encuentro disputado durante este domingo en el Anexo del Estadio de Gran Canaria, donde el reparto de puntos puede considerarse justo debido a lo expuesto por ambas escuadras durante el transcurso de los 90 minutos reglamentarios.
Miedo a perder de ambas escuadras
El hecho de que la permanencia estuviera en juego sobre el césped sintético del feudo amarillo provocó el respeto mutuo por parte de los contrincantes. Un inicio de posesión repartida marcó los primeros compases del partido, donde ninguna de las escuadras se atrevía a realizar combinaciones fructíferas por el frente de ataque, por lo que gran parte del juego se disputó en un centro del campo bastante concurrido, en el que el trabajo de Matías y Enrique se hacía fundamental a la hora de crear batalla en dicha zona.
En la creación, ambos equipos se mostraron bastante espesos, hasta que Las Palmas Atlético se decidió a meterle una marcha más al encuentro gracias a un disparo alejado de Matías que se marchó desviado. Minutos después, una jugada individual protagonizada por Germán gracias a una potente arrancada acabó con un disparo que supuso el primer susto acentuado sobre el arco defendido por Álex Campos.
Por su parte, las pocas acciones de carácter ofensivo protagonizadas por los visitantes hacían relucir cierto nerviosismo en la retaguardia amarilla a la hora de despejar dichas acciones, hecho que el filial rayista supo utilizar para adelantar líneas y, aprovechando el buen orden defensivo mostrado durante los primeros minutos, continuar con el buen trabajo en tareas ofesivas, donde perdonaron dos ocasiones bastante claras para dejar en la cuneta a un rival directo en la lucha por la salvación.
El Rayo Vallecano B le perdonó la vida a los de Mingo Oramas
El conjunto liderado por Juan Vicente se plantó en Gran Canaria con la idea de verlas venir y, tras observar algunas de las carencias expuestas por los amarillos, éstos se decidieron a meter una marcha más para meter el miedo en el cuerpo a una escuadra que siguió acusando cierto desorden defensivo que a punto estuvo de volver a pagar a un precio muy elevado. El poco acierto en el frente de ataque, provocado por la falta de ocasiones, supuso el impulso que los visitantes necesitabam para decidirse a atacar el arco defendido por Ale Martín.
Todo comenzó en el minuto 20, cuando una jugada de carácter ofensivo con raíces de inicio en banda izquierda acabó con el balón paseándose por el área amarilla hasta llegar al segundo palo, donde un remate forzado de Sekou tras deslizarse sobre el césped, acabó estrellado en la madera, cuando Ale Martín ya estaba vendido y solamente pudo seguir con la mirada el final de una acción que se saldó con final feliz para los intereses amarillos.
No obstante, a raíz de ahí llegaron los mejores minutos del cuadro visitante, que aprovechó las dudas de Las Palmas Atlético para seguir rondando las inmediaciones del arco local, realizando una presión bastante intensa que provocó el segundo susto para los grancanarios, pues un error en la salida de balón acabó con una pérdida de Matías que a punto estuvo de suponer el primer tanto de la mañana, pero el buen quiebro de Juancho no fue continuado con un disparo fructífero, ya que el balón se marchó por encima del larguero.
El miedo de una posible derrota comenzó a rondar en el Anexo del Estadio de Gran Canaria, pero los hombres de Mingo Oramas recobraron sensaciones y el partido volvió a convertirse en una disputa poco vistosa para el espectador, ya que el filial amarillo volvió a plasmar el trabajo realizado anteriormente en la media cancha para provocar que el partido llegara al descanso con el resultado inicial campeando en el marcador, produciendo un empate que no era bueno para ninguno de los dos conjuntos, ya que la victoria momentánea del Atlético de Madrid B sobre el Fuenlabrada creaba aún más presión sobre los contrincantes que se estaban viendo las caras en Siete Palmas.
Las Palmas Atlético fue superior tras la reanudación
Pese a que el segundo acto comenzó con el mismo guion, el conjunto grancanario decidió echar el resto, adelantar líneas e ir decidido a por un triunfo de vital importancia, ya que las opciones comenzaban a disminuirse por la momentánea victoria del filial colchonero, lo que provocó que los amarillos acorralaran al Rayo Vallecano B en el borde de su área, convirtiendo el encuentro en un monólogo en el que los de Mingo Oramas no encontraron la fórmula de perforar la portería adversaria para adelantarse en el marcador.
El asedio amarillo lo comenzó Borja, que aprovechó un balón en largo para plantarse cara a cara ante Álex Campos, pero el nerviosismo y las ganas de vencer acabaron por condenar al jugador local, que no tomó la decisión más oportuna, pues su disparo llegó sin problemas a las manos del guardameta visitante, mientras al otro lado hasta dos de sus compañeros hacían públicas las quejas por no haber entrado en su campo visual, fruto del ansia por conseguir tres puntos bastante válidos para la consecución final del gran objetivo.
El conjunto amarillo se sabía superior, pero no encontraba la manera de perforar la portería contraria, algo que a punto estuvo de hacer José Artiles, pero su buena acción individual fue despejada por el cancerbero del cuadro madrileño. Las ocasiones llegaban y el gol parecía ser cuestión de tiempo, pero siempre aparece uno de los tópicos más famosos en el mundo del fútbol, y es que el que perdona lo termina pagando, por lo que la retaguardia palmense se mostraba con todas las alarmas para evitar cualquier tipo de contratiempo.
Adrián erró ante el portero y Campillo pudo adelantar al Rayo B
Las ocasiones se sucedían por el frente de ataque amarillo y, fruto de las buenas formas ofensivas de los palmenses, Adrián Hernández pudo disfrutar de otra ocasión manifiesta de gol, pero su intento por driblar a Campos dentro del área acabó con el balón siendo atajado por el guardameta visitante. Las Palmas Atlético volvió a tener en sus manos el hecho de acabar con un rival directo, pero la falta de acierto provocó la reacción visitante, que contó con el mayor peligro de la segunda mitad gracias a Campillo.
El jugador visitante puso la réplica a las numerosas acciones en ataque protagonizadas por el filial grancanario, pues un balón en largo desde la defensa llegó a las botas del futbolista en el interior del área amarilla, que de primeras impactó un potente remate cruzado que se marchó desviado del arco defendido por Ale Martín. El miedo volvía a meterse en el cuerpo de una escuadra que, minutos después, observó cómo tanto el propio Campillo como Juancho creaban bastante peligro con las individualidades protagonizadas sobre el césped sintético del Anexo.
Los cambios no evitaron un pobre empate
Para solucionar los acontecimientos que se estaban produciendo, Mingo Oramas decidió mover fichas dando entrada a Manu Dimas, que no pudo resolver los problemas ofensivos, por lo que minutos después, Néstor y Ale Pipo ingresaron en el césped. El canterano grancanario volvió a sentirse futbolista después de superar el proceso recuperatorio de una lesión que le ha mantenido alejado de los terrenos de juego durante un periodo de tiempo bastante prolongado.
No obstante, éste ingresó en el verde a falta de pocos minutos para el final y prácticamente no pudo aportar ningún síntoma de mejoría en el juego, por lo que el reparto de puntos final acabó haciendo justicia, pues ambas escuadras erraron ocasiones manifiestas de gol en los diferentes tramos del encuentro. El empate no deja satisfecho a ninguno de los contrincantes, que no pudieron aprovechar el tropiezo de un Atlético de Madrid B que acabó cayendo derrotado en su compromiso disputado esta misma mañana ante el Fuenlabrada.
Por lo tanto, Las Palmas Atlético consigue recortar un punto al conjunto colchonero, por lo que se posiciona a solamente dos de ocupar la 16ª plaza, que otorga el derecho a disputar la eliminatoria previa para evitar la pérdida de la categoría. Un triunfo isleño hubiese supuesto el ascenso de posiciones en la tabla clasificatoria para dejar de ocupar los puestos de descenso directo a la Tercera División, pero nuevamente, los amarillos volvieron a desperdiciar una ocasión de oro.