No iba a ser una tarde más en El Sadar. Esta vez, una Unión Deportiva necesitada de puntos y aporte anímico acudió a tierras navarras con el claro deseo de acabar de una vez por todas con los paupérrimos registros firmados como conjunto visitante durante la segunda vuelta. Y lo consiguió. En el arranque de la disputa, los hombres liderados por Paco Herrera recuperaron varias señas de identidad perdidas con el tiempo y gracias a la alta intensidad y a la buena circulación de balón, los amarillos se pusieron por delante en el marcador. Pese a que Vujadinovic puso las tablas, Sergio Araujo volvió a poner en ventaja a los suyos. Tras la reanudación, consistencia defensiva con grandes dosis de trabajo acabaron por suponer un triunfo que permite a los grancanarios seguir soñando con las posiciones de ascenso directo, que quedan alejadas en tres puntos a falta de que Sporting y Girona disputen sus correspondientes compromisos.

Nuevo esquema con variaciones

Tras vencer al Recreativo de Huelva, la UD Las Palmas se plantó en El Sadar con la clara idea de seguir ganando en autoestima para afrontar la más que posible promoción de ascenso en las mejores condiciones físicas y mentales, aunque sin dejar de quitar la mirada de las dos mejores posiciones de la tabla, pues utilizando las matemáticas, aún es posible conseguirlas. Con la intención de dosificar a la plantilla, el máximo responsable técnico de la escuadra insular volvió a aportar diversas variaciones tácticas, aunque el arco siguió siendo defendido por Raúl Lizoain. El canterano reemplazó al lesionado Casto Espinosa y contó con una línea de cuatro defensores.

En la retaguardia, Dani Castellano recuperó su posición en el lateral zurdo, haciendo que Ángel López pasara a ocupar el diestro y contando con una pareja de centrales compuesta por David García y Marcelo Silva. El capitán amarillo repitió titularidad por segunda semana de manera consecutiva y esta vez fue acompañado por el futbolista uruguayo, ya que Aythami Artiles se quedó en la isla para recuperarse de unas molestias físicas que le han incomodado durante las últimas jornadas.

Por su parte, el centro del campo recuperó el carácter de Emmanuel Culio. El argentino volvió a formar de inicio y contó con la colaboración de Javi Castellano y Roque Mesa, que repitieron titularidad por segundo encuentro de manera consecutiva. El teldense y el de Tamaraceite sirvieron como complementos perfectos para un jugador que acapara todo el juego que puede y más, abarca bastante campo y en el cuerpo a cuerpo siguió demostrando que es uno de los jugadores más completos de la categoría, mientras que su facilidad para hacer circular el balón con criterio es un lujo que la Unión Deportiva aprovecha de manera destacada.

Como hombres más ofensivos, Juan Carlos Valerón y Jonathan Viera volvieron a encontrarse sobre el césped. El de Arguineguín y el de La Feria se asociaron cuando tuvieron ocasión, aunque la actuación del "21" no fue tan destacada como en otras ocasiones. Sin embargo, el flamante fichaje de invierno volvió a encontrar el camino hacia la victoria y rompió el marcador inicial gracias a un potente remate que se coló por la escuadra local, mientras que como máxima referencia ofensiva, Las Palmas formó con Sergio Araujo. El argentino recuperó la titularidad después de haber cumplido partido sanción durante el pasado sábado y puso su rubrica anotando el segundo tanto del partido para los suyos.

Un rival necesitado

En campo contrario, los amarillos tuvieron que enfrentarse a un rival inoperante durante los primeros compases del partido, que mostró cierta relajación ante la que el cuadro insular supo aprovecharse. Para plantar cara a la Unión Deportiva, Enrique Martín decidió formar con Riesgo bajo palos, favorecido por unas molestias acarreadas por Roberto Santamaría, mientras que éstos contarían con una línea de cinco defensores formada por Miguel Flaño, Javi Flaño, David García, Vujadinovic y Oier.

Como ocupantes de la parcela central del terreno de juego, Nekounam y Roberto Torres se encargaron de intentar favorecer la circulación de balón y, de igual modo, luchar por contrarrestar la alta intensidad expuesta en dicha zona por los jugadores de la Unión Deportiva Las Palmas, mientras que en posiciones más adelantadas, Hervías se ocupó de una de las bandas, contando con gran aportación ofensiva por todo el frente de ataque. En el franco diestro, Sisi dispuso de las mismas condiciones que su compañero para intentar poner en apuros a una defensa bastante seria durante la totalidad de la disputa.

Finalmente, en el frente de ataque se postuló la verdadera amenaza para la escuadra isleña. El máximo goleador en activo de la categoría y una antigua pesadilla para los insulares como es Nino se encargó de llevar las riendas ofensivas de un equipo que apenas contó con ocasiones de perforar el arco de Raúl Lizoain durante el primer acto, pero en el segundo decidió meter una marcha más, aunque la fortuna le fue esquiva para intentar evitar la derrota.

Prometedor arranque de partido

Nada más dar comienzo la disputa, las ganas de vencer de la UD Las Palmas quedaron plasmadas en el terreno de juego. La buena circulación de balón y las altas dosis de intensidad propuesta cuando el balón no estaba en su poder hacía que los amarillos pasaran como una aposinadora por encima de su rival, un Osasuna que sí contó con las buenas formas necesarias en la retaguardia para evitar que el dominio visitante fuese a mayores, pero la figura de Jonathan Viera volvió a aparecer una semana más para intentar encontrar el atajo hacia la victoria.

Jonathan Viera, Roque y Araujo celebrando el primer tanto amarillo / LFP

En el minuto seis de partido, el jugador del barrio de La Feria robó en campo contrario gracias a un error en la salida de balón de los navarros, encaró el área adversaria e impactó un fortísimo remate ante el que nada pudo hacer Riesgo. El canterano grancanario mandó al fondo de la red un balón que se coló por la escuadra para hacer enmudecer a un recinto entregado a su equipo. El orden expuesto por los de Paco Herrera sobre el césped sirvió para que un desacierto defensivo de los locales acabara en gol insular en el primer lanzamiento a portería.

Posteriormente, Osasuna lo intentaba pero no encontraba la fórmula necesaria para poner en apuros a Raúl Lizoain, siendo únicamente las jugadas de estrategia el arma a la que se aferraban los locales. La mala circulación del esférico de los rojillos, la mayor intensidad visitante y cierta relajación en el propio bando navarro provocaban una victoria momentánea que parecía no peligrar para la Unión Deportiva, pero nuevamente una acción a balón parado hizo que los amarillos encajaran gol.

Nueva bofetada para despertar

Una vez más, los grancanarios necesitaron ser abofeteados para despertar. Pese a que sobre el césped la superioridad era grancanaria, éstos dejaron que Osasuna consiguiera poner el empate gracias a una acción en la que Vujadinovic le gana la partida a David García. El central del cuadro local se elevó por los aires y salió como vencedor de la pugna con el capitán de Maspalomas, pero la clara idea de vencer hizo que el conjunto isleño no se amilanara, no acusara el gol y volviese a salir al ataque, encontrando la fortuna necesaria para anotar el tanto de la victoria.

Araujo celebrando el segundo gol amarillo / LFP

Solamente un minuto después de que los de Pamplona pusieran las tablas, Sergio Araujo sumó un nuevo gol a su cuenta particular. El argentino firmó su 20º tanto como jugador amarillo gracias a un balón colgado desde banda derecha que llegó a sus inmediaciones dentro del área para ser controlado con el pecho y, posteriormente, alojado en el fondo de la red del arco local. La relajación defensiva de los navarros permitió que el máximo goleador de la Unión Deportiva contara con todo a favor para poner su rubrica en el partido y poner el marcador con el que el encuentro llegaría a su fin.

No obstante, para cerrar el triunfo los de Canarias tuvieron que afrontar diversas fases durante el encuentro en las que mantener el resultado a favor se convirtió en una hazaña de notoria dificultad, aunque el primer acto llegó a su fin sin ningún tipo de alteración en el marcador ni en el cómputo global de ocasiones. Los rojillos recuperaron intensidad en el medio campo y la pugna constante por la posesión acabó produciendo un menor índice de disparos a portería, por lo que el partido llegó al tiempo de descanso con victoria momentánea de los hombres liderados por Paco Herrera.

Osasuna fue dueño y dominador del segundo acto

Tras la reanudación, los locales fueron mejores. Enrique Martín decidió que su escuadra diera un paso al frente para meter una marcha más en cuanto a intensidad, méritos que provocaron que la totalidad del encuentro pasara a disputarse en territorio amarillo. La Unión Deportiva se limitó a verlas venir ante un equipo que, antes de que el balón volviera a rodar, realizó una doble sustitución para favorecer las aportaciones ofensivas. Loé y Cedrick ingresaron en el terreno de juego sustituyendo a Javi Flaño y Nekounam.

Nino rumbo al arco defendido por Raúl / LFP

Ambos jugadores produjeron una pronta reacción en los suyos, pues las ocasiones comenzaron a sucederse sobre el arco de un Raúl Lizoain que vio sus dominios amenazados en numerosas ocasiones tras la reanudación. Mientras tanto, las buenas formas defensivas expuestas por la retaguardia insular permitían que el marcador favorable no peligrara por el momento, algo que no acababa de convencer a un Paco Herrera que, posteriormente, decidió formar un entramado defensivo prácticamente inexpugnable.

Herrera priorizó la victoria y formó con seis defensores en El Sadar

El técnico catalán movió fichas y dio entrada a Vicente, David Simón y Christian Fernández, reemplazando todos ellos a Roque Mesa, Valerón y Sergio Araujo. La idea de Herrera queda entendida solamente viendo los cambios efectuados. El deseo de vencer a toda costa sirvió para que la Unión Deportiva acabase el encuentro con un entramado defensivo inexpugnable. Osasuna no encontró la manera de contrarrestar la mayor fortaleza de los isleños para defender su arco, algo que acabó con la impotencia local haciendo acto de presencia.

Acabar con los paupérrimos registros foráneos sellados en el segundo tramo de la competición era el único deseo de un entrenador que aportó mayor valor a los tres puntos que a la manera de conseguirlos. La apuesta defensiva que realizó le terminó saliendo de manera productiva y su escuadra volvió a vencer lejos de Gran Canaria después de cuatro meses, por lo que sigue ganando en autoestima y encadena dos triunfos de manera consecutiva después del mismo tiempo, por lo que el sueño del ascenso directo sigue estando presente a falta de tres jornadas para que el campeonato llegue a su fin.

Los insulares quedarán a la espera del resultado que obtengan sus rivales más aventajados pero, con las matemáticas en la mano, éstas permiten que el sueño de utilizar la vía rápida para ascender pueda seguir vivo para un equipo que, el próximo sábado recibe a un rival con urgencias destacas como es el FC Barcelona B.