Un fallo de Willy regala los 3 puntos en Mestalla

El Valencia dejó en Mestalla los 3 puntos que había en juego. Un Málaga muy bien colocado defensivamente aguantó a un Valencia con falta de profundidad. Un error de Willy en la segunda parte dio la oportunidad al conjunto de Djukic de adelantarse y lograr la victoria. (Foto: Marca).

Un fallo de Willy regala los 3 puntos en Mestalla
Ricardo Costa celebra el 1-0. (Foto: Marca.com).
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Por Miguel Ángel Gutiérrez García

La liga arrancaba en Mestalla para Valencia y Málaga, que han visto cómo los “grandes” han tirado de talonario y se han llevado a sus estrellas: Soldado e Isco, respectivamente. Las ilusiones que desprenden ambos están intactas. Ambición ante dos nuevos proyectos, más austeros.

Málaga y Valencia llegan con aires renovados, nuevos hombres para ayudar a la causa. El equipo de Schuster apostó por un once repleto de caras nuevas, canteranos y fichajes. Las lesiones de algunos de los pilares le obliga a tirar de algún que otro nombre inesperado. Roberto Chen y Angeleri ha sido la pareja de centrales que debuta como blanquiazul, lejos de la dupla Demichelis-Weligton. En el centro del campo, otro cambio: Sergi Darder y Fernando Tissone cambian a la pareja de Champions Iturra-Toulalan. El eterno capitán Duda, la diestra de Pedro Morales y el descaro de Fabrice completan la mediapunta boquerona. Roque Santa Cruz es el ariete del que dispone Bernardo en estos momentos a la espera de algún 9 esperanzador. Sorprendía ver a jugadores como Portillo y el costamarfileño Bobley Anderson.

Por parte del Valencia, Helder Postiga hereda el ‘9’ de Soldado. Fede y Viera se pegarían a las bandas y a la espalda de Antunes y Gámez. Recambian a Feghouli y Jonas, llega de lesión y sancionado, respectivamente. El centro del campo formaba un ‘trivote’: Javi Fuego, Michel y Banega. Potencia, clase y contundencia. La zaga y el arco no tienen grandes modificaciones con respecto al año anterior.

El partido comenzó con un Valencia agresivo y posesivo, el balón fue suyo y se encontró a un Málaga intimidado. Los de Schuster esperaban agazapados en su campo a la espera de un robo. Los malaguistas jugaban muy juntos y ordenados cuando la posesión no les era favorable. Banega, hombre clave en los ché, era cubierto y marcado cada vez que tocaba el balón.

El Málaga, con su orden, tiró de libres directos y córneres hasta que la posesión se equilibrara. Los golpeos de Antunes, Duda y Pedro Morales eran un peligro constante en el área valencianista. Había dudas en cuanto a los marcajes y Angeleri y Roque Santa Cruz encontraron huecos para rematar a placer, aunque la suerte no les diera la cara.

De las botas de Banega venía el peligro del Valencia. Dos pases suyos al corazón del área creó incertidumbre en la zaga blanquiazul. Un centro suyo acabó en los pies de Helder Postiga pero fue frenado por Angeleri. Otro se envenenó del tal forma que Caballero tuvo que esforzarse sobremanera.

La picardía y el descaro de Fabrice por parte de los malaguistas creaba mucho peligro. Su desborde y gambeta en banda izquierda traía desquiciado a Pereira. De las botas del camerunés salió una asistencia para Morales, que probó en el punto de penalti, pero su disparo mordido lo atrapó Alves sin problemas.

En el otro bando, Viera probaba con su verticalidad. El joven extremo se recorrió la banda izquierda hasta llegar al borde del área, pero su disparo saldría a varios metros del palo izquierdo de Willy.

La segunda mitad le sentó mejor al conjunto ché. Dominaron el juego de cabo a rabo. La posesión fue suya pero carecieron de profundidad. El Málaga seguía ordenado pero sin réplica en la parcela ofensiva. Los minutos pasaban y las ocasiones no llegaban por ningún lado.

Los equipos no estaban siendo creativos y el gol que conseguiría el Valencia no podía llegar de otra forma que no fuera un error. Caballero salía a atrapar un saque de esquina cuando falló y dejó el esférico a placer para que Ricardo Costa la empujara y colocara el único tanto del partido.

El Málaga no notaría el gol encajado. Seguía agazapado en su campo a la espera de una jugada que llegara por arte de magia. La cambios comenzaron a sucederse y el juego se volvería más alocado. Los de Schuster llegaban a marchas forzadas sin encontrar posiciones de disparo. El encuentro no daba para más.

El Valencia deja los tres puntos en Mestalla y consigue la primera victoria de la era Djukic. Los de Schuster tienen que mejorar mucho en la tarea ofensiva de cara al partido del próximo domingo ante el Barcelona.