"¿Papá, por qué no juega así el Málaga siempre?" Esa es la disyuntiva que más de un niño le habrá planteado a su padre en la noche de hoy. Pese a ser un horario intempestivo para la práctica del fútbol, La Rosaleda registró media entrada y vibró con la exhibición de fútbol que le brindaron sus jugadores. Viendo cómo jugó hoy el conjunto costasoleño, cabe cuestionarse el motivo por el que no ha mostrado esta versión de equipo agresivo, físico, contundente y eléctrico que ha reflejado hoy sobre el terreno de juego.

Los de Martiricos eran conscientes de la importancia vital de este partido. Si se ganaba se conseguía la salvación virtual y se rozaría la matemática. Por eso, los futbolistas salieron enchufados desde el minuto 1 y decididos a dar un golpe encima de la mesa. Seis fueron los minutos que tardó Roque Santa Cruz en poner el 1-0 en el marcador. Camacho buscó en largo a Samuel, quien filtró un pase interior al área para la entrada del ariete paraguayo, que pese a casi no tener ángulo picó el cuero por encima de Asenjo para anotar su sexta diana de la temporada. Lo necesitaba el '9' del Málaga tras una temporada en la que su matrimonio con el gol ha pasado momentos críticos.

Viendo el once presentado por el conjunto castellonense con Bruno, Pina, Cani y Trigueros se podría imaginar que la posesión y peso del encuentro lo iban a llevar los visitantes, pero lo cierto es que fueron los andaluces los que cuajaron una primera mitad excelsa, de dominio incontestable y de disfrute en los que movía el balón de un lado hacia otro mientras el Villarreal asistía atónito a la magistral manera de jugar de los de Schuster. Marcelino se tiraba de los pelos en la banda mientras se desgañitaba intentando espolear a sus jugadores. 

Darder y Camacho volvieron a correr por ellos y por todos sus compañeros, y desde la fortaleza en el mediocentro se empezó a fraguar la victoria. Duda ponía la pausa y Amrabat agitaba el ataque blanquiazul. Roque estuvo muy participativo y tuvo en sus botas el segundo, con un tiro desde la frontal que despejó la defensa in extremis. También el extremo neerlandés le buscó las cosquillas a Mario y estuvo cerca de ampliar la distancia en el marcador tras una jugada individual. La Rosaleda estaba disfrutando del partido que le estaban brindando sus ídolos.

El Málaga funcionó con la fiabilidad de un reloj suizo y la precisión de un cirujano de primer nivel El Málaga jugó con mucha inteligencia, castigando al Villarreal con la medicina que más le duele, quitarles el balón. No es un equipo el 'submarino' preparado para correr detrás de la pelota como hicieron toda la primera parte. Los amarillos no tuvieron ni una sola ocasión clara, Bruno y Cani estaban congelados y encogidos y no pudieron firmar ni una sola situación clara de gol en todo el primer acto. La duda antes de marcharse a vestuarios era si el gran despliegue físico puesto en liza por los blanquiazules les permitiría aguantar cuarenta y cinco minutos más.

Ambición sin límites

Marcelino movió ficha inmediatamente después del descanso y modificó su esquema, pasando de un 4-2-3-1 a un 4-4-2, retirando del campo a Trigueros y dando entrada a Giovani Dos Santos, que formó pareja atacante con Perbet. Justo pitó el colegiado el inicio de la segunda mitad y Duda intentó el gol del año al ver a Asenjo adelantado, pero reaccionó a tiempo el ex-portero del Málaga.

Sin embargo, de nada sirvieron las variantes tácticas de Marcelino. El guión no cambió y el Málaga siguió dominando con rotundidad el choque. Así fue como Amrabat tomó el protagonismo, por enésima vez. Esprintó como un avión dejando en el suelo a Mario y su pase de la muerte lo remató a las redes Sergi Darder, que vive un momento muy dulce dentro del equipo para hacer el 2-0. Con la lesión de Tissone, Schuster le ha dado galones y el canterano de La Academia está respondiendo con trabajo y con goles, pese a no ser su especialidad.

Óliver Torres fue el segundo cambio del Villarreal, en busca de la reacción de su equipo, pero no sucedió. El Málaga continuaba con el martillo pilón, con una gran agresividad y seguridad defensiva, creando ocasiones y cuajando un fútbol total. Se echaba en falta una noche tranquila en La Rosaleda.

Amrabat pierde los papeles

Fue entonces cuando el Málaga se tomó un respiro y comenzó a templar y a guardar la ropa. El derroche físico empezaba a pasar factura y era el momento de mantener el balón, defender con sentido y orden y aprovechar los contraataques para sentenciar. Portillo reemplazó a un fatigado Duda, que volvió a mimar el balón con su maestría habitual.

A los 74 minutos ocurrió la anécdota negativa para los intereses del Málaga. Amrabat percutió por banda diestra y Jaume Costa le quitó el balón de manera limpia. El neerlandés cayó al suelo y pidió la falta con insistencia. Su rabia le jugó una mala pasada y le hizo al árbitro un ademán ofensivo, instándole a que usase gafas. Álvarez Izquierdo lo vio y mandó a las duchas al '23' blanquiazul antes de tiempo. Fue una manera bastante estúpida de dejar a su equipo en inferioridad numérica, y más cuando estaba siendo uno de los jugadores más destacados.

Darder y Camacho tuvieron que multiplicarse en defensa -sí, más aún aunque parezca imposible-, y achicaron agua ante el conato de reacción del Villarreal. Eliseu reforzó al equipo con su entrada para defender el resultado favorable. Los de Marcelino no terminaron de dar el paso adelante definitivo para buscar ni tan siquiera un gol y el Málaga se mantuvo sereno pese a jugar con uno menos. Solo Óliver con un cabezazo estuvo cerca de batir a Willy, que volvió a escuchar cómo la afición malaguista volvió a pedir su presencia en la selección argentina. 

Rescaldani fue el último cambio, en detrimento de Santa Cruz, que se había dejado todo en el campo. El marcador no se movió y el partido murió cuando y como el Málaga quiso. Los de Schuster se llevan tres puntos que les permiten decir con orgullo que estarán en Primera el año que viene. Las dos victorias seguidas en casa permitirán a los andaluces afrontar los últimos partidos con cierta tranquilidad. Mientras tanto, el Villarreal sigue sin dar síntomas de mejora y sigue valiéndose de la gran primera vuelta que realizaron. Salvo catástrofe, jugarán en Europa el año que viene.