Recientemente Vitorino Antunes ponía nota en una entrevista al Málaga de la temporada 2013-2014 y se autoevaluaba de acuerdo a su nivel en este periodo. Un 7 era la puntuación que el portugués aseguraba merecerse, a la par de la media del equipo. Es un resultado razonable, aunque quizá un poco cuestionable si nos fijamos en el barómetro de la hinchada en los partidos en La Rosaleda. La imagen variable de los malacitanos de unos días a otros ha provocado que hasta un tipo como Antunes, que es el símbolo de la regularidad en este Málaga, no se haya librado de algunas críticas temporales en su rendimiento.

Un fijo para Schuster

El lateral izquierdo del Málaga ha refrendado a nivel general las impresiones que dejó en sus primeros seis meses tras llegar procedente del Paços de Ferreira para cubrir el vacío dejado por Monreal. La entidad andaluza no se lo pensó dos veces a la hora de ejercer la opción de compra por el jugador por poco más de un millón, viendo lo que prometía Antunes. Su importancia en el equipo ha ido in crescendo como se le requería con el desmantelamiento del club. Es el jugador de campo que más minutos ha jugado en la temporada (3.185 min.) y tan solo se ha perdido dos encuentros de liga por ausencia obligada. Titular en los 36 choques en los que ha participado y sustituido en apenas 4 ocasiones. Es el reflejo del papel que ha pasado a tomar Antunes en el Málaga.

Ascenso meteórico en el club

El zurdo empezó la temporada como un tiro. Él y Jesús Gámez eran considerados posiblemente los jugadores más valiosos del equipo en sus posiciones, las mejores armas de las que disponía Schuster para derribal rival. Antunes se ha ido soltando en la parcela ofensiva desde comienzo de temporada, con sus permanentes proyecciones al ataque para hacer de la banda izquierda una zona influyente. Rápido, dinámico, valiente, con un golpeo notable y con una precisión sutil en sus envíos al área. Un buen ejemplo de ello puede ser su centro delicioso a El Hamdaoui en el gol contra el Rayo Vallecano en La Rosaleda.

El premio a su constancia fue su primera convocatoria tras tres años con Portugal, disputando 36 minutos del amistoso ante Brasil y ganándose un sitio para la fase de clasificación hacia el Mundial. Desde las primeras jornadas ya se estaba especulando sobre el interés de grandes clubes para hacerse con él, dado el nivelazo que estaba dando en Martiricos. La Premier League parecía la estación más cercana para Antunes. Pese a lo menudo de su envergadura, el pelirrojo era una roca en defensa, la faceta en la que más ha destacado. Inteligente para llegar a las coberturas y no perder la posición, muy sobrio para no verse desbordado.

El bache invernal

El ascenso meteórico de Antunes se paralizó en una fase crítica del curso en el club. El Málaga entró en una dinámica muy negativa y Antunes también lo acusó. Las cosas dejaron de salirle siempre bien y se vio señalado en ciertas ocasiones por errores defensivos, probablemente causados por la confusión con el sistema. Eso no quebrantó el estatus de Antunes, dueño del lateral izquierdo sin la competencia de un Casado lesionado. Sea como fuere, es muy difícil que Antunes haga un mal partido, puede estar mejor o peor, pero el aficionado malaguista coincide en que siempre cumple.

En la faceta goleadora, Antunes solo ha podido lograr un gol esta temporada, pese a ser uno de los jugadores que más ha disparado al marco contrario. El gol, eso sí, de bella factura. En el encuentro de Copa del Rey contra Osasuna, mandando un libre directo frontal a la escuadra. En el apartado disciplinario, ha sido amonestado con tarjeta amarilla 12 veces, pero ninguna vez expulsado.

Con la reacción en la segunda vuelta del conjunto malaguista, el lateral ha recobrado parte de su rendimiento en el primer tercio, pero eso no le ha servido finalmente para acudir con su selección a la cita mundialista, de la que ha sido descartado en la última lista por el seleccionador, Paulo Bento. Antunes es uno de los grandes valores del club y su salida puede producirse en verano al ser un jugador codiciado y que puede reportar una cantidad económica al club. Un jugador de 7.