El sistema por el que ha apostado Javi Gracia es ya evidente, un 4-2-3-1 en el que el doble pivote combina el trabajo de Camacho y la magia de Darder. La línea de mediapuntas la componen, normalmente, Horta y Juanmi por las bandas y Luis Alberto más centrado. Velocidad, regate, buen toque de balón, visión para el último pase y buen golpeo desde fuera del área. Son los rasgos más evidentes de esta línea de tres que acompaña al ¨9¨.

El puesto de delantero centro es el que más dudas ofrece ya que Gracia cuenta con dos alternativas bastantes interesantes. Roque Santa Cruz es un delantero más estático, suele jugar de espaldas a la portería y sabe proteger bien el balón. Cualidades necesarias cuando el equipo no lleva la iniciativa y tiene que recurrir al balonazo largo para llegar al área rival. Además, Roque se caracteriza por ser un hombre de área, buen rematador y capaz de fijar a los centrales. Esto significa que necesita centros para lucir su mejor virtud, el juego aéreo. Por otro lado, el delantero paraguayo actúa como hombre boya, fija a los centrales y provoca que no puedan adelantarse hasta la medular. Así, Roque logra crear mucho espacio entre el mediocampo y el área rival, algo que pueden aprovechar Juanmi, Samuel, Horta o Luis Alberto gracias a su velocidad.

Como vemos, Santa Cruz ofrece muchas posibilidades a su equipo, sin embargo no termina de contar con la confianza de su entrenador. La falta de gol y la llegada de Amrabat le están relegando al banquillo. Javi Gracia prefiere un juego más vistoso, de toque, por lo que los envíos largos que tan bien aprovecha Santa Cruz no suelen ser habituales. Además, los mediapuntas malaguistas hacen mucho daño por dentro, buscando la diagonal desde la banda para filtrar un pase o buscar el disparo. Pocos centros para un delantero rematador como Roque. La filosofía de juego del equipo andaluz no favorece al ¨9¨ blanquiazul.

Santa Cruz no termina de contar con la confianza de Gracia

Si esto no fuera suficiente, la llegada de Amrabat ha terminado de condenar al paraguayo. El extremo marroquí llegó para reforzar las bandas pero el buen rendimiento de los ya mencionados Juanmi o Luis Alberto le han llevado a jugar de delantero. En esa posición, Amrabat aprovecha su velocidad para descolocar a la defensa rival, al no ser un referente fijo los centrales se ven obligados a seguirle y abandonar su posición. Nordin se ve beneficiado del buen toque de sus compañeros, su calidad, superior a la de Roque, le permite combinar con los mediapuntas y plantarse dentro del área para definir la jugada. Su velocidad y potencia en carrera facilita finalizar las contras que tan bien conducen hombres como Darder o Samu Castillejo.

Amrabat es un arma muy eficaz ante rivales de mayor entidad que el Málaga, cuando el rival lleva la iniciativa del partido y tiene el balón, los hombres de Gracia recurren a balones largos, el marroquí aprovecha su velocidad e intenta hacer la guerra por su cuenta. Es algo que vimos ante el FC Barcelona, con los culés volcados al ataque y la defensa adelantada Amrabat gozó de algunas oportunidades gracias a sus cualidades. Cualidades muy diferentes a las de Roque Santa Cruz.

Ante rivales superiores Amrabat recurre a la guerra por su cuenta

El lado positivo es que Javi Gracia cuenta con distintas opciones, variantes muy diferentes según el rival o el momento del partido. Por ahora Amrabat le ha ganado la partida a Santa Cruz pero queda mucha liga y el sorteo de Copa hace soñar al malaguismo con llegar lejos. Roque deberá esperar su momento, mientras tanto Nordin ya vuela hacia el área rival.

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Sobre el autor
Pablo Hoz
Periodismo en la Universidad de Málaga