No parece que haya nada que pueda parar a este Málaga, aunque bien es cierto que ayer lo tuvo más difícil que nunca. Tres bajas en defensa (Sergio Sánchez, Antunes y Rosales), un rival que se adelantó en el marcador y que estuvo muy bien plantado en el terreno de juego, sobre todo en la primera parte, y un día en el que parecía que la chispa brillaba por su ausencia...ni aun así. El conjunto malagueño logró su quinta victoria consecutiva tirando de orgullo y se irá al descanso de selecciones en sexta posición con 22 puntos, la mitad de la permanencia en menos de un tercio de Liga. Asombroso lo que están logrando los pupilos de Javi Gracia.  

La primera parte empezó con susto, ya que al Eibar le anularon un gol, bien anulado, en una falta lateral cabeceada por Raúl Navas. Juanmi respondió inmediatamente con un disparo que se fue alto, pero en el primer tiempo predominó la buena disposición táctica del Eibar, que desconectó al Málaga casi por completo. Amrabat, Juanmi y Castillejo no se encontraban con la facilidad que lo venían haciendo porque el equipo armero se plantó muy bien en el campo, sin necesidad alguna de encerrarse y con el empaque que le da a un equipo el saber a lo que juega, que es lo realmente sorprendente del Eibar, el aplomo con el que está afrontado su primera temporada en la Liga BBVA. El poco peligro llegaba por banda derecha, donde Angeleri, que empezó muy nervioso, pero que fue mejorando con el paso de los minutos en el primer tiempo, rompía de vez en cuando las líneas del equipo vasco. 

El dominio estéril del Málaga fue castigado por el Eibar en una jugada que nació en banda derecha, que acabó con un centro que Miguel Torres despejó horriblemente mal y Arruabarrena no desaprovechó el regalo, permitiendo que su equipo se fuese con un 0-1 al descanso. Jarro de agua fría para una afición que se las prometía muy felices amparada en los resultados del equipo en los últimos partidos. 

Parecía que poco iba a cambiar la cosa en la segunda parte, que comenzó con un regalo de Juanmi a Saul Berjón, cuyo disparo desde fuera del área obligó a lucirse a Kameni con una parada espectacular a mano cambiada. Juanmi tardó poco más de tres minutos en enmendar su error, los que necesitó para marcar por tercera jornada consecutiva y colocar el empate en el marcador aprovechando un rechace de Irureta tras un fuerte disparo de Samu. El Málaga iba a por la victoria, la prueba está en que los jugadores prácticamente ni celebraron el gol y se fueron rápido al centro del campo.

El encuentro entró en una fase de intercambio de ocasiones que fueron los minutos más entretenidos, primero Samu volvió a intentarlo con un disparo desviado en un barullo en el área tras una falta lateral botada por Castillejo, respondió Saul Berjón con una gran jugada individual que acabó en un tiro que atajó sin problemas Kameni, volvió a la carga el Málaga con un córner en el que Camacho estuvo a punto de celebrar su llamada a la Selección Española con un gol de cabeza. Un disparo de Horta, que había entrado sustituyendo a Samu, tras una dejada de Angeleri que se fue lamiendo el poste izquierdo de la portería defendida por Irureta y la más clara de todas estuvo en las botas de Arruabarrena, que envió a las nubes un rebote que le cayó en área pequeña.

Javi Gracia echó más leña al fuego e introdujo a Luis Alberto, que volvía tras tres partidos en la grada, por Juanmi, que se fue ovacionado por la afición malagueña. El gaditano intentó muchas cosas en el poco tiempo que estuvo y de un pase suyo a Sergi Darder nació el penalti que le dio la victoria al Málaga. El pase del canterano que buscaba a Amrabat se topó con el brazo de Raúl Navas, que vio la segunda amarilla. El encargado de lanzar la pena máxima fue Amrabat, que no falló y engañó a Irureta llevando al delirio a La Rosaleda, que despidió al equipo cantando el himno a pleno pulmón mientras los jugadores aplaudían desde el centro del campo, sabedores de que sin el apoyo de la afición que apretó en los momentos delicados, igual ayer se habría truncado una racha que no se lograba desde que Manuel Pellegrini era el entrenador del conjunto malagueño.