Málaga y Athletic Club de Bilbao disputaron un encuentro acorde a la noche en la que tuvo lugar, gris y frío. Todo se solucionará en La Catedral, tras el combate nulo que tuvo lugar ayer en La Rosaleda.
Ambos equipos saltaron al campo con un once bastante competitivo. Javi Gracia usó casi el mismo equipo que usó frente al Levante en el partido de Octavos de Final con sólo tres cambios, Boka por Casado, Amrabat por Luis Alberto y el más destacado, Weligton, que volvía a comandar la zaga malaguista tras la lesión que lo ha tenido apartado en los últimos partidos, por Miguel Torres.
También dispuso Ernesto Valverde un 11 inicial bastante competitivo, con los canteranos Unai López e Iñaki Williams como caras más destacadas, pero con los dos medios titulares, Mikel Rico e Iturraspe, y Laporte mandando en defensa junto al veterano Gurpegui.
El partido tiene muy pocas cosas que contar. Para que se hagan una idea, sólo hubo un tiro a puerta en los 90 minutos de juego. Un fantástico zapatazo de Ibai Gómez desde 25 o 30 metros que respondió de forma no menos fantástica Ochoa, que voló para despejar el balón a córner. Eso sucedió en el primer cuarto de hora, concretamente en el minuto 14. A partir de ahí, nada reseñable que contar.
Algún balón pinchado de forma magistral por Samuel por allí, es muy destacable la habilidad del extremo, casi rozando la perfección, que tiene de dicho recurso, alguna buena combinación de ambos equipos que acababa rechazando la defensa por allá, muy poquito que llevarse a la boca antes del descanso.
Tras el descanso, el Málaga pareció salir con más ganas que desembocaron en una internada de Boka que centró al área y el balón acabó en los pies de Samuel, cuyo disparo rechazó la defensa, y un lanzamiento de falta de Juanpi que se fue muy alto de la portería defendida por Iago Herrerín.
Pero fue sólo una sensación, ya que el partido pronto volvió a lo que fue, un partido de muchas imprecisiones, de poco fútbol y ninguna ocasión clara de gol. Lo más destacable fue la reaparición de Tissone, ovacionado por el público cuando entró al campo sustituyendo a Juanpi, tras casi un año fuera de los terrenos de juego.
Ni Susaeta, que entró por Ibai, ni Castillejo, que entró por Horta, ni Aduriz, que entró por uno de los mejores del partido, el batallador Iñaki Williams, ni Luis Alberto, que entró por Samuel, consiguieron encontrar o provocar algún resquicio por el que quebrar cualquiera de las dos defensas, que siguieron bien plantadas y muy cómodas, como habían estado durante todo el partido.
El Málaga jugará ahora dos veces seguidas en Bilbao; la primera el domingo a las 17:00 horas, en el partido que abre la segunda vuelta para ambos equipos en Liga, y la segunda el próximo jueves a las 22:00 horas, donde se decidirá cuál de los dos será el rival de Sevilla o Espanyol en las semifinales de la Copa del Rey.