La Rosaleda será testigo de un partido que puede ser determinante para los dos contendientes de cara al futuro.​ Los locales buscarán una victoria para resarcirse tras los cinco últimos encuentros sin conseguir tres puntos, en los que tan solo lograron dos empates. Los de Víctor Sánchez necesitan volver a ganar si no quieren pasar serios apuros para mantener la categoría en lo que queda de campaña.

La mediapunta como forma de vida

La línea defensiva y el medio campo del Málaga CF será la habitual, teniendo en cuenta bajas tan importantes como la de Camacho, que ha hecho que Recio se haga con el control del centro del campo junto a Sergi Darder. Como lleva haciendo durante toda la temporada, Javi Gracia jugará con tres mediapuntas de una calidad envidiable. Samu Castillejo, que vuelve a estar en perfecto estado tras su lesión, será el puñal por banda que haga diabluras ante la defensa visitante.

La posición de auténtico mediapunta, es decir, el jugador que esté por detrás del "9" será Juanmi o en su defecto Amrabat. Uno de los dos puede pasar a ser el delantero centro o incluso ir al banquillo si Javi Gracia opta por dar la titularidad a Javi Guerra, un auténtico delantero centro puro, rematador y con mucho gol. La clave táctica para la victoria de los andaluces estará en la conexión de sus tres jugadores de tres cuartos de cancha. La movilidad de esta tripleta es total. Samu Castillejo puede aparecer por el medio y Amrabat o Juanmi en banda, del mismo modo que Samuel puede situarse momentáneamente en la posición de delantero centro. Son tres jugadores de toque, velocidad y calidad sin fin y fabrican jugadas dignas del mejor fútbol de toda la Liga.

Individualidad por encima del colectivo

El Deportivo de La Coruña no vive su mejor momento de la temporada. Pese a estar tres puntos por encima de los puestos de descenso, su nivel ha bajado considerablemente en las últimas semanas. El cambio de entrenador parece no haber roto con la dinámica del equipo y Víctor Sánchez deberá confiar más en los talentos individuales que en la elaboración de buenas jugadas.

Con la única baja de Sidnei en defensa, los jugadores encargados de manejar el ataque en el club gallego serán los habituales, con un esquema de 4-2-3-1. En el centro del rectángulo de juego estarán Álex Bergantiños y posiblemente el flamante fichaje invernal Borges, en detrimento de Medunjanin. En la línea de tres cuartos, Lucas hará la función de enganche. El 7 blanquiazul es sin duda una de las estrellas del equipo y de su nivel depende en gran parte el rendimiento del equipo. Cavaleiro pone el desborde por banda al igual que podrá hacerlo Cuenca en la otra, y arriba Oriol Riera, fichaje también invernal, será presumiblemente el delantero titular tras su gol frente al Atlético de Madrid.

La otra opción que maneja el conjunto de Víctor Sánchez del Amo es poner un 4-4-2 con dos delanteros arriba: Oriol Riera y Postiga. En las bandas jugarían Cavaleiro y Cuenca o Farinha y en esta ocasión el relegado a la banca sería Lucas Pérez. Incluso Isaac Cuenca o Cavaleiro podrían entrar como puntas. El equipo perdería creatividad, pero ganaría velocidad arriba y presencia en el campo rival. En este sistema, las bandas de Juanfran y Luisinho, laterales titulares del Deportivo, son fundamentales. Su llegada de segunda línea en busca de un centro y un remate de uno de los dos puntas puede ser clave. La opción más probable será el 4-2-3-1, pues los gallegos son conscientes de la cantidad de jugadores que acumula arriba el Málaga y deberán plantearse como parar su juego interior.