En un choque condicionado por la expulsión de Weligton, el Málaga, con uno menos y con un arbitraje que le perjudicó tuvo contra las cuerdas a un Sevilla que acabó pidiendo la hora, aunque su victoria no le sirve para lograr plaza para la Liga de Campeones.

La despedida de los malaguistas de este año ha sido agridulce. Con la tristeza de la darrota, pero con la alegría de ver a un equipo que lo dio todo, y que hasta el último momento luchó por el sueño europeo.

Javi Gracia

4 | Hasta la expulsión de Weligton su equipo dominó al Sevilla, pero su solución de colocar a Camacho de central no funcionó, por ello, tras el 0-2 tuvo que rectificar su error y dar entrada a Sergio Sánchez. A partir de ahí el Málaga ganó en consistencia defensiva, y a punto estuvo de empatar el encuentro. Tampoco se entendió que sacara del campo a Amrabat.

Kameni

7 | El camerunés poco pudo hacer en los goles. El resto del trabajo que tuvo lo solventó con seguridad.

Rosales

8 | Buen encuentro del venezolano que sumó una asistencia de gol a sus números, ya que suyo fue el pase que supuso el segundo gol malaguista.

Angeleri

8 | Hasta el fatídico momento de la expulsión de Weligton no tuvo ningún problema en defensa. Luego, con Camacho de compañero de línea no encontró la complicidad necesaria, aunque no fue por su culpa. Cuando el Málaga lo necesitó se fue hacia arriba.

Weligton

3 | El brasileño fue el hombre del partido. Su expulsión marcó un antes y un después. Es cierto que hubo contacto, pero lo normal hubiera sido saldar la jugada con tarjeta amarilla. De todos modos, un jugador de su experiencia no puede caer en la provocación, ya que la rigurosidad del colegiado puso el encuentro muy cuesta arriba para el Málaga.

Boka

6 | Estropeó un gran partido en ataque con algunas imprecisiones en defensa. Abusó del regate en zonas “comprometidas” y el Sevilla lo aprovechó.

Camacho

 6| Hay que ser benevolentes con el aragonés. Hasta la expulsión mandó en el centro del campo. Luego, actuando como central se le notó desubicado, aunque las culpas hay que trasladarlas al míster. Tras la entrada de Sergio Sánchez volvió por sus fueros.

Recio

8 | Quienes acusan de tener poca “sangre” al malagueño hoy tienen que reconocer que Recio luchó y mordió más que nadie. A pesar de estar solo en la medular tras el cambio de posición de Camacho, aguantó al equipo con un derroche de fuerza.

Samuel

7 | Estuvo en su línea, una buena actuación que no tuvo el premio del gol. Se intentó asociar con Juanmi y Amrabat, y a veces lo hizo con mucho criterio.

Juanmi

7 | Tuvo en sus botas dos goles que ya cantaba la grada, pero no llegó a rematar por muy poco en ambas ocasiones. Su conexión con Amrabat y Javi Guerra funcionó cuando el Málaga atacó, pero acaba la temporada sin marcar  en otro partido.

Amrabat

9 | Como casi siempre, de los mejores del Málaga. Cuando los compañeros no saben qué hacer le mandan el balón y él siempre sabe lo que hacer. Muchos no entendieron que fuera sustituido, ya que era el hombre más desequilibrante del equipo.

Javi Guerra

10 | Sobresaliente. Es el único modo de calificar su actuación. Y no solo por los dos goles, sino porque fue letal, provocó un penalti que no señaló el árbitro. Se asoció bien con todos sus compañeros de ataque y se permitió bajar al centro del campo a repartir balones. Ojalá el año que viene le sigamos viendo de blanquiazul.

Sergio Sánchez

3 | Salió tras el desastre de colocar a Camacho como central. Se vio superado en velocidad por los delanteros sevillistas. Tampoco le ayudaron los silbidos de las grada, molesta con él por su decisión de no querer renovar con el Málaga.

Samu Castillejo

3 | Salió sustituyendo a Amrabat a solo doce minutos del final. Estuvo muy impreciso y no colaboró con un Málaga que estaba volcado buscando el gol.

Tissone

7 | Tuvo los mismos minutos que Samu, y los aprovechó bastante mejor. Empujó al equipo hacia arriba y colaboró tanto en la contención como en el ataque.

Ignacio Iglesias Villanueva

2 | Su decisión de expulsar a Weligton fue exagerada. Condicionó el encuentro. Más tarde no vio una pena máxima sobre Javi Guerra. En la primera mitad no añadió ni un minuto a pesar de la “trifulca” que se armó en la famosa expulsión. No supo aplicar la ley de la ventaja. Permitió las pérdidas de tiempo sin mostrar ninguna amonestación.