Eibar, Getafe, Villarreal y Real Madrid, estos son los cuatro equipos que se han enfrentado al Málaga CF en este complicado mes de septiembre. Tras una primera semana sin partidos debido a los compromisos internacionales, el día doce el Málaga se enfrentó al Eibar en casa (jornada tres), donde empató y no dejó buenas sensaciones. Tras perder ante Getafe fuera y contra el Villarreal en casa, el conjunto blanquiazul acabó el mes el sábado pasado enfrentándose al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, donde consiguió un meritorio empate y dejó buena imagen
Tras dos partidos en el mes de agosto muy complicados ante Sevilla y Barcelona, el Málaga buscaba su primera victoria en esta campaña 2015-2016. El Eibar debía ser la primera víctima de este nuevo Málaga pero no fue así. El equipo armero arañó un empate de La Rosaleda en un partido donde el Málaga se mostró muy plano, sin profundidad y con un grave problema de cara a la portería.
El equipo no era capaz de crear ocasiones claras y las que se creaban eran desperdiciadas por una falta de efectividad desesperante. Las luces de alarma no estaban encendidas todavía. Tres partidos y cero goles, si, es verdad, pero dos de ellos fueron contra Barcelona y Sevilla, aunque, no obstante, el partido contra el Eibar dejó un poso de intranquilidad en la afición.
Al siguiente viernes (jornada cuatro), el equipo de Javi Gracia tenía una nueva oportunidad para jugar bien, marcar goles y, en definitiva ganar. El rival era el Getafe. El equipo azulón tampoco pasaba por un buen momento. Hasta la jornada cuatro, el equipo dirigido por Escribá llevaba cero victorias y cero puntos. El choque se antojaba vital para ambos. Para los malagueños era clave ya que después venían Villarreal y Madrid, dos partidos complicados, mientras que para los madrileños era un partido muy importante para salir del pozo, adelantar a un rival directo y para coger confianza en su juego.
Aquél partido fue un punto de inflexión para los pupilos de Javi Gracia. En el minuto uno, una empanada monumental de la defensa blanquiazul les costó un tempranero gol que el equipo no fue capaz de levantar nunca. El Málaga apenas tuvo capacidad de reacción y en ningún momento tuvo el dominio apabullante requerido para remontar el partido. El Getafe, sin hacer gran cosa, se llevó una victoria que el Málaga le regaló en el minuto uno.
La afición ya empezaba a mostrar claros síntomas de nerviosismo mientras que el equipo, por su parte, aseguraba estar muy tranquilo con el trabajo realizado. El siguiente miércoles, el equipo de la Costa del Sol recibía al Villarreal (jornada 5), en lo que era la vuelta a su casa de los ‘Samus’.
El Villarreal, actual líder de La Liga, llegaba a la Rosaleda en línea ascendente tras empatar el primer partido y ganar los tres siguientes. El partido se desarrolló con mucha igualdad entre ambos conjuntos, pero, una vez más, el Málaga no tenía apenas profundidad. La Rosaleda, cansada del mal juego de su equipo llegó a silbar a su equipo y más aún cuando Fernando Tissone marcó el único gol del partido en propia puerta en el minuto 70.
Cinco partidos, cero goles y solo dos puntos, el conjunto blanquiazul no llevaba buena marcha y en la jornada siguiente los pupilos de Javi Gracia se enfrentaban al Madrid, una situación desesperanzadora.
Contra todos lo pronósticos, el Málaga realizó un gran partido en el Santiago Bernabéu y consiguió sacar un punto que supo a victoria. El Real Madrid tenía el liderato a tiro, tan solo necesitaba ganar el partido contra el club blanquiazul, pero fueron incapaces. El trabajo táctico de Javi Gracia fue muy bueno y sus jugadores supieron plasmar bien las ideas de su mister. El resultado: un cero a cero que, pese a seguir con la sequía goleadora, supo a victoria.
Con todo, el Málaga sigue sin ganar un solo partido ni tampoco ha conseguido marcar ningún gol, pero tras el último partido, las sensaciones que ha dejado el equipo son buenas, la sensación de que el Málaga puede plantar cara a cualquier equipo y que, si saca su mejor versión, este equipo irá pronto para arriba.
Mientras tanto, el Málaga ha cosechado dos records. El primero es que es el único equipo de la actual liga que no ha sido líder -puramente anecdótico- y el segundo, el más preocupante, es aquél que le da el mal mérito de ser el equipo que más ha tardado en marcar el primer gol de la temporada y, por desgracia, el reloj sigue corriendo.