Muchos eran los rivales que le podrían haber tocado al equipo de Javi Gracia. Sin embargo, han tenido bastante suerte. Eran doce rivales de Primera División los que esperaban a los malagueños por seis de Segunda División. La probabilidad de uno de mayor entidad era alta, por lo que no era de extrañar que la primera fase fuese complicada para los blanquiazules. Sin embargo, a falta de dos bolas de equipos de Segunda División para finalizar la urna, el Mirandés ha hecho acto de presencia y se ha convertido en el rival de los costasoleños en unos dieciseisavos de final que no van a ser fáciles.
El primer encuentro, alrededor del día 2 de diciembre, se disputará en Miranda de Ebro, más concretamente en el Estadio Municipal de Anduva. El partido de vuelta será sobre el 16 del mismo mes en La Rosaleda, aunque estas fechas pueden variar según los compromisos televisivos.
A priori, un rival de Segunda División debe ser de menor categoría que el Málaga CF, aunque el Mirandés ya demostró que no viene de paseo a la Copa del Rey y ha puesto en serios apuros a grandes equipos de la Liga BBVA. En esta presente edición del torneo copero, los burgaleses han tenido suerte al perder el encuentro contra CA Osasuna pero pasar a la siguiente ronda por alineación indebida de los rojillos. Los tantos de Miguel Olavide y de Maikel Mesa pusieron en ventaja a los de Pamplona, aunque Néstor Salinas consiguió reducir la ventaja pero no lograr el empate. Aprovechándose de esa sanción a los navarros, se plantaron en la siguiente ronda donde se enfrentaron al Oviedo en el Estadio Nuevo Carlos Tartiere. Abdón Prats puso en ventaja a los visitantes con su doblete, pero Koné y Verdes, a dos minutos del final, llevaron el partido a la prórroga. Un tiempo añadido donde Abdón Prats fue el auténtico héroe al conseguir el gol que daba la clasificación al Mirandés.
Tras estos dieciseisavos de final, se volverá a realizar un sorteo para encuadrar a los equipos clasificados de cara a la siguiente ronda del torneo copero.