Cuando corría el minuto 65 del partido entre el Málaga CF y el Deportivo de La Coruña disputado en La Rosaleda, se produció un debut en las filas del equipo andaluz. Fábio Espinho sintió esa sensación de disputar los primeros minutos con un equipo, de entrar al terreno de juego y que la afición tenga los ojos puestos en ti y así poder demostrar lo que vales.
El portugués entró tres minutos después que Tighadouini inaugurara el marcador en La Rosaleda, con el objetivo de refrescar el juego del equipo y de ayudar defensiva y ofensivamente al conjunto andaluz con más frescura que un castigado Duda. La aportación del veterano jugador portugués no se notó en demasía, pero se le vio con ganas de gustar a la afición malagueña.
En los ocho encuentros que había disputado el Málaga CF antes del partido ante el Deportivo de La Coruña, Javi Gracia no le había dado ninguna oportunidad de debutar a Fábio Espinho. El portugués ha estado en el banquillo en cinco encuentros, quedando fuera de la convocatoria en tres ocasiones.
Javi Gracia decidió contar con un jugador inhabitual, premiándole por su trabajo en los entrenamientos y considerando que el futbolista ya estaba preparado para aportar cosas positivas al equipo. Podría ser el punto de partida para Espinho. El centrocampista, nacido en una ciudad portuguesa que curiosamente lleva el mismo nombre por el que se lo conoce en el mundo del fútbol, presumiblemente no se conformará con los 25 minutos que disputó ante el Deportivo de La Coruña y luchará por hacerse un hueco en el equipo.
Espinho llegó el pasado verano al Málaga CF como agente libre tras haber militado en el Ludogorets búlgaro las dos últimas temporadas. Además del Ludogorets, los equipos que forman parte de la carrera de Espinho son: Porto B, Espinho, Leixões y Moreirense, todos ellos de la FPF (Federación Portuguesa de Fútbol), siendo un futbolista reconocido para los seguidores de la Primeira Liga y de las divisiones inferiores.