El Málaga CF llegaba con numerosas bajas a un partido muy complicado. Se veía las caras con un buen Villarreal que arrastraba una buena racha. Javi Gracia se las tuvo que apañar sin Recio, baja por sación; Atsu, que sufre una lesión muscular en el recto anterior del cuádriceps de su pierna derecha; y sin el Chory Castro, que se lesionó en Ipurúa en el partido frente al Eibar. Ahora bien, recuperaba a Weligton y Albentosa, que fueron titulares. Uche entraba en la convocatoria por primera vez y debutó.
El planteamiento de Javi Gracia fue el de siempre en cuanto al sistema de juego, con el habitual 4-4-2, con las bandas cayendo más hacia arriba y los dos mediocentros quedando más atrás. Por banda, en el lugar de Atsu, posicionó a Fornals, que hizo un buen trabajo. En cuanto al centro del campo, la pareja Camacho - Recio estaba dando hasta ahora unos resultados estupendos. El buen juego del Málaga pasaba por ellos dos. Javi Gracia eligió a Tissone como acompañante de Camacho en el centro. La ausencia de Recio en el medio campo se notó muchísimo, sobre todo en la primera parte. Camacho y Tissone no se entendían y el Málaga estuvo ausente en la primera parte, irreconocible. Quizá por la falta de minutos de Tissone, que llevaba bastante tiempo sin jugar. Gracia buscó dar un giro al encuentro y cambió a Tissone por Duda en el 63'. Durante la segunda parte, el Málaga empezó a tener la pelota y a generar ocasiones, e incluso mereció el empate.
Con la entrada de Duda, el Málaga se volcó en el ataque. La mayoría de las jugadas eran centros al área, por lo que Javi Gracia decidió dar entrada a Roque Santa Cruz para intentar aprovechar ese juego aéreo que estaba desarrollando su equipo. Agotó los tres cambios en el 84', cuando cambió a Uche por Cop, que debutó ante su ex-equipo. Buscaba hacer más presión en campo rival y tener frescura en el ataque.