El objetivo es obvio para los rayistas: llegar al tramo final de Liga sin peligro de descenso. No parece sencillo viendo la competencia que hay por abajo, pero con vistas a ello se han entrenado hoy en doble sesión. La constante lluvia fue testigo de la conjura de Vallecas para 2014.
En la sesión matutina, el conjunto franjirrojo dilató el trabajo en el gimnasio y después se les pudo ver sobre el campo, insistiendo en el apartado físico. Para terminar, se ejercitó la táctica mediante prácticas de salida de balón, así como ejercicios de presión y transición. La sesión vespertina siguió con la misma tónica.
Hubo sonrisas por algunas reincorporaciones al bloque de Jémez. Mojica se entrenó con el resto del grupo y Larrivey dio sus primeros pasos de carrera continua tras su lesión. También Seba Fernández fue motivo de alegría, porque a su trote sumó ejercicios en las escaleras. Esas fueron las luces. ¿Las sombras? La fiebre que impidió a Viera y Zé Castro entrenar con el resto del grupo, Arbilla entrenando al margen para terminar la recuperación y Cueva, quien se marchó antes de tiempo por un problema muscular.
Paco Jémez tuvo bajo sus órdenes a varios canteranos: Embarba, Isi, Miguel, Saballs, Aki, Murillo y Viti. Primera puesta a punto de un año aún neutro, a la espera del desenlace del difícil choque contra el Villarreal el lunes.