Un Rayo asfixiado en la Costa del Sol

Tanto Málaga como Rayo llegaban en un buen momento de forma y de juego, el que ganara se colocaba en una posición de privilegio con opciones de mirar a Europa. Finalmente, el conjunto andaluz se impuso merecidamente al madrileño gracias al inteligentísimo planteamiento de su técnico, Javi Gracia.

Un Rayo asfixiado en la Costa del Sol
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Por Neil Ganzabal

Paco Jémez salía con su habitual 4-2-3-1 aunque con las bajas de Ba y Bueno. El lugar de Bueno en esa zona de enganche, la ocupaba un Alejandro Pozuelo que estuvo desaparecido durante todo el partido. Javi Gracia alineó un sistema que cambiante según las pautas del partido. A la hora de crear y llevar la iniciativa era un 4-2-3-1, pero a la hora de defender se convertía casi en un 4-4-2.

Presión e intensidad para descomponer al Rayo

En la primera jugada ya se vio lo que podía ser el partido. En cuanto Álvarez Izquierdo pitó el comienzo del partido, el Rayo inició una presión muy adelantada. Sin embargo, el Málaga superaba esa línea de presión y ya con espacios Castillejo aprovechaba el pasillo que le dejaba la zaga rayista. El joven canterano regateaba a Toño, pero cuando ya se disponía a cantar el gol Amaya sacaba el balón bajo palos.

Desde el comienzo se vio a un Málaga que había estudiado a la perfección al conjunto madrileño. Para empezar, Javi Gracia había optado por jugar con Amrabat en lugar de Roque Santa Cruz. Con el turco, buscaba una presión más intensa y continua y tras robar una transición eléctrica capaz de optimizar los espacios. El conjunto local imprimió una intensidad y un ritmo vertiginoso al partido desde el principio. No se había llegado a los cinco minutos cuando Samuel recibía el balón escorado en banda, recortaba hacia dentro y disparaba. Toño no pudo hacer después de que el balón tocase en Zé Castro.

El partido continuó con el mismo guion, el Málaga asfixiaba a un Rayo Vallecano que no conseguía mantener el balón en su poder

El partido continuó con el mismo guion, el Málaga asfixiaba a un Rayo Vallecano que no conseguía mantener el balón en su poder. El conjunto local sonseguía robar cerca del área y además superaba con insultante facilidad las líneas del Rayo. Además, Amrabat lejos de fijar a los centrales, abandonaba la posición de delantero y atraía a los centrales. Gracias a ese arrastre, se abrían espacios en la defensa visitante que aprovechaban hombres de segunda línea.

Tras un nuevo robo en la salida de balón del Rayo, Juanmi centraba al borde del área donde se encontraba Darder. Sin embargo, el disparo del mediocentro se marchaba alto. En una nueva acción de presión del Málaga iba a llegar el segundo gol. Toño no encontraba pase en el saque de puerta y rifaba el balón. Antunes recogia el esférico y habría el balón para Amrabat. Castillejo ocupaba el espacio dejado por el turco y recibía el balón, centraba al área pequeña y aparecía Darder desde segunda línea para marcar el segundo.

Como ya ha sucedido en numerosas ocasiones, a Paco Jémez no le tiembla el pulso a la hora de hacer sustituciones tempranas en los partidos. Viendo el desastre que estaba siendo su equipo, quitó a Insúa del terreno de juego y dio entrada a Aquino con la idea de cambiar el sistema táctico. El Rayo pasó a jugar con una defensa de tres, con Baena y Trashorras como pivotes defensivos y dejando toda la banda para Kakuta y Aquino. Pozuelo se quedaba como enganche y Licá pasaba a jugar casi a la par de Leo Baptistao.

A raíz delcambio, el conjunto de Jémez mejoró y fue entonces cuando tuvo su oportunidad. Kakuta peleaba un balón frente a dos defensores del Málaga y acababa por llevárselo, disparaba con la puntera y Kamenia hacía lo que podía para sacar la pelota. Ya en el 43, hubo un posible penalti sobre Trashorras que Álvarez Izquierdo no señalaba. Pero en la siguiente jugada, Juanmi dejaba casi sentenciado el partido. Trashorras perdía el balón en la zona de creación gracias a la intensa presión del Málaga, Castillejo dejaba el balón a Amrabat y el turco metía el balón a la espalda de Amaya y Zé Castro para que Juanmi picase el cuero y superase así la salida de Toño.

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Tranquilos segundos 45 minutos

El Rayo salió con ganas de al menos maquillar la imagen que había ofrecido durante toda la primera parte. Pero apenas había comenzado el segundo tiempo cuando el Rayo perdía un balón cerca del área defendida por el Málaga. Y tras una transición defensa-ataque rapidísima, Amaya acababa cometiendo un penalti muy infantil sobre Samuel. Amrabat engañaba a Toño y establecía el 4-0 que posteriormente sería definitivo.

El Málaga seguía apretando y ejerciendo la presión con la que había conseguido tanta superioridad y desactivar al Rayo. Gracias a ella Trashorras, que estuvo a un nivel decepcionante a lo largo del partido, perdía el balón y lo recibía al espacio Amrabat. Pero el disparo del turco se marchaba alto.

Otra contra del Málaga estuvo a punto de terminar de hundir al Rayo Vallecano, Samu decide terminar el la jugada a pesar de contar con tres compañeros. Primero Amaya y Toño después serían los que acabarían desbaratando la oportunidad. Paco Jémez daba entrada a Manucho y Jozabed en lugar de Pozuelo y Trashorras, sustituciones con las que terminaba de romper al equipo. Baena se quedaba como único pivote y Jozabed se colocaba bastante más adelantado que Trashorras. Manucho y Leo eran la pareja de delanteros y Licá se quedaba como segundo delantero.

El Málaga se tomó un respiro y comenzó a bajar la intensidad. Pero el Rayo seguía sin conseguir combinar y elaborar jugadas. Tampoco cambió la facilidad con la que el Málaga rompía las líneas defensivas de los visitantes. En el minuto 70 Ricardo Horta dispuso de una nueva oportunidad que detenía Toño.

El Rayo quería que la pesadilla acabara y el Málaga se conformaba con el resultado, de modo que el partido se durmió y dejaron de pasar cosas. Santa Cruz en el minuto 82 tras recibir de Juanmi tuvo la última oportunidad clara del partido. El paraguayo conducía horizontalmente y disparaba, pero el disparo se marchaba desviado a la derecha. Álvarez Izquierdo pitó y puso fin al festival del que disfrutó la Rosaleda.