El Rayo Vallecano se castiga a sí mismo

A pesar de completar setenta minutos de dominio, los de Paco Jémez terminaron perdiendo un partido en el que era difícil apostar por ello. Se adelantaron los franjirrojos con un gol de Álex Moreno en la primera parte, pero tras un error de Cobeño en la segunda, Alcácer empató y más tarde De Paul rubricó la remontada a tan sólo cinco minutos del final. Demasiado castigo, y una difícil desventaja para la vuelta. Todo lo contrario para los valencianistas, que podrán luchar en Mestalla con una ventaja inesperada.

El Rayo Vallecano se castiga a sí mismo
jaimedelcampo
Por Jaime Del Campo

Se estrenaban Rayo Vallecano y Valencia en esta edición 2014/15 de la Copa del Rey. Después de vencer en Almería y de caer contra el Barcelona en Liga respectivamente, franjirrojos y chés encaraban un partido que rápidamente cayó en los dominios rayistas. Lograron adelantarse los locales en una gran primera parte junto con buena media hora de la segunda, que se vio salpicada por un error de Cobeño que arovecharía Alcácer para empatar y dar vida a su equipo. Una vida que supuso el segundo a cinco minutos del final, con un gol de De Paul para lograr la victoria y tomar ventaja en la eliminatoria.

45 minutos de espectáculo rayista

Con onces totalmente diferentes a los que tanto Jémez como Nuno acostumbran en Liga, ambos conjuntos rápidamente se iban a diferenciar por una cosa: su intensidad. El Rayo Vallecano apretó durante los primeros diez minutos ante un Valencia contemplativo, al que aún no le había llegado la sangre a las piernas. Sin Léo Baptistao, ni Trashorras, ni Bueno, ni Kakuta, pero con Manucho, Jozabed, Álex Moreno y Pozuelo, el Rayo empequeñeció a uno de los cuatro mejores equipos de la categoría, como aseguró Jémez en la previa.

Sin embargo, con el paso de los minutos, el juego lento del Valencia se contagió en el Rayo, y el partido pasó a una fase somnolienta, sin llegadas ni ocasiones, que se cortó cuando el lateral izquierdo valencianista Orban casi comete penalti sobre Licá a la media hora de partido. Choque sin más, entendió el colegiado, y a jugar. Pero tanto fue el cántaro a la fuente, que en un córner minutos después, Orban dejaba el balón muerto en el área de Yoel, y Álex Moreno sólo tuvo que empujarla ante la imposibilidad de cualquiera vestido de naranja. Gol del Rayo para culminar una buena primera parte que se vio truncada cuando, a instantes del descanso, el central Zé Castro se rompía al estirar la pierna más de la cuenta para intentar cortar un balón. El vestuario acogió a los hombres de Jémez y Nuno tras el pitido del colegiado, menos a Zé Castro, que se quedó llorando de rabia cerca del banquillo.

Cobeño regala el empate

No realizó cambios Nuno cuando su Valencia lo pedía a gritos, y el Rayo siguió haciendo de las suyas en el inicio de la segunda parte. Yoel tuvo que aparecer con una gran estirada para detener un fortísimo disparo de Nacho a los tres minutos, y Pozuelo a los diez se sacó un latigazo que se marchó rozando el palo. Perdonaba el Rayo, mientras el Valencia seguía frío y superado por la inercia de un Rayo con ventaja en el marcador.

Pero lo que no pudo hacer el Valencia, lo hizo Cobeño. Balón en profundidad hacia Paco Alcácer que parecía fácil para el portero franjirrojo. Sin embargo, lo que era una jugada normal en el minuto 70’, terminó en desazón. Tras lanzarse al suelo a por ella, se le escapó al guardameta local, y dejó vendida la portería a placer para el delantero ché, que no perdonó el regalo. Lograba el empate el Valencia. Más por menos, imposible. Animaba Jémez a Cobeño, señal inequívoca de que la responsabilidad del gol había caído sobre sus hombros.

De Paul da la vuelta al marcador

La cara se tornó en cruz para un Rayo Vallecano que había sabido controlar el partido, y mantener al Valencia dormido. No mató el Rayo, y el gol despertó a los chés. Mientras que los de Jémez mantuvieron su juego de ataque, el Valencia se entonó y con otro balón en profundidad, Rodrgido de Paul batió a Cobeño con un disparo cruzado para ponerse por delante en el marcador atan sólo cinco minutos del final. Se preguntaban los rayistas cómo se les había escapado el partido, de un posible 2-0 a un 1-2 ya luciendo en el luminoso. Demasiado castigo para el que encontrar respuesta, en un partido que sin duda alguna, perdió el Rayo más que ganó el Valencia.

Gran ventaja ché para la vuelta

Con dos goles en Vallecas, el Valencia encarará la vuelta con una gran ventaja gracias al valor de los goles a domicilio, mientras que el Rayo estará obligado a marcar por lo menos dos para poder pasar de ronda. Todo se verá en Mestalla el próximo 16 de diciembre.