Como ya es de sobra conocido por todos, el equipo de la Albufera sufre una transformación brutal en lo que respecta a su plantilla al final de cada temporada. Son muchos los jugadores que deciden no renovar, muchos otros retornan a sus clubes de origen cuando finalizan sus cesiones y otros buscan mejor suerte en otras escuadras. Este año no fue una excepción, y tirando de imaginación y de varios ases bajo la manga, una vez más Felipe Miñambres volvió a obrar el milagro, configurando una plantilla a base de retales de otros equipos y con jugadores que, por un motivo u otro, no han conseguido destacar en la élite del fútbol español.

El Rayo Vallecano realizó nada más y nada menos que diecinueve incorporaciones, aunque posteriormente dos de ellas fueran cedidas a otros clubes. Los aficionados rayistas, que entienden del buen fútbol, se ilusionaron con varios nombres: Gael Kakuta, Javier Aquino, Leo Baptistao o Manucho. Sin embargo, y muy cerca de alcanzar el ecuador liguero, son dos los nombres que se han colado en el once inicial franjirrojo sin hacer mucho ruido: uno de ellos es el centrocampista Jozabed, que procede del Real Jaén, en el que era un indiscutible pero que no logró evitar el descenso de la entidad a Segunda División B. El otro es Álex Moreno, un joven extremo procedente del Mallorca, que con su descaro y velocidad ha conseguido relegar a hombres como Aquino, Licá o a Adrián Embarba al banquillo, y en varias ocasiones a la grada.

Jozabed, el heredero de Roberto Trashorras

Jozabed Sánchez Ruiz es el jugador que todo equipo que dirija Paco Jémez debe tener. Su evidente calidad y su técnica, unido al sacrificio a la hora de recuperar el balón, le han convertido en una pieza clave en el esquema del técnico franjirrojo. Con su fichaje, se le veía como un recambio para Roberto Trashorras de cara al futuro, pero sus últimas actuaciones le están convirtiendo, por méritos propios, en un jugador muy importante para el presente.

Sin embargo, su alineación junto a Roberto Trashorras y Raúl Baena el pasado domingo en el Coliseum Alfonso Pérez abren las puertas del debate. El Rayo Vallecano consiguió una victoria convincente, y los tres cuajaron un notable partido, ayudando al equipo a recuperar el balón en campo contrario y haciendo del juego asociativo y de toque una pesadilla para el cuadro local. El próximo lunes, en el choque que enfrentará a los de Vallecas frente al Córdoba, veremos si Jémez sigue apostando por los tres centrocampistas, o vuelve a su idea inicial de alinear solamente a dos.

Lo que sí es seguro es que con Jozabed Sánchez el equipo tendrá para varios años un referente en el centro del campo. Sus apenas 23 años no hacen más que confirmar que lo mejor versión del sevillano está por llegar, ya que esta temporada supone su estreno en la máxima categoría. Los 415 minutos disputados hasta el momento en la competición doméstica y su gol en Getafe no son más que la carta de presentación del ex del Real Jaén.

De Tercera División a Primera en apenas 12 meses

El caso de Álex Moreno es más llamativo aún. En verano de 2013 fichó por el filial del Mallorca, militante en Tercera División, aunque su irrupción en el primer equipo bermellón fue fulgurante. Disputó 31 partidos, anotando dos goles, lo que le sirvió para que la secretaría técnica del Rayo Vallecano pusiera sus miradas sobre él, firmando por cuatro temporadas. Sin duda alguna, las bandas de la plantilla rayista, zona donde se desenvuelve Álex, estaban muy bien cubiertas. Jugadores internacionales con sus selecciones como Javier Aquino, Lass Bangoura o Licá, unidos a diamantes en bruto como Gael Kakuta o Adrián Embarba, hacían presagiar una difícil papeleta para el joven extremo zurdo.

En su debut en Primera División encontramos un momento clave: la eliminatoria copera frente al Valencia. La polémica eliminación franjirroja no sirvió para nublar el gran papel desarrollado por los teóricos suplentes rayistas. Álex Moreno fue titular en ambos, anotando el gol en la ida y cuajando un notable partido en la vuelta. Desde entonces, tanto frente al Espanyol como en Getafe, Álex Moreno ha sido titular en la banda izquierda del ataque de los de Jémez. Su incansable trabajo, unido a su desborde y su electricidad, convierten al catalán en un constante quebradero de cabeza para las zagas rivales.

Con la cesión de Lass al Granada, unido a los pocos minutos que disfruta Adrián Embarba y a la irregularidad de Aquino y Licá, el ex del Mallorca se ha hecho dueño y señor de la parcela izquierda. La realidad es que cada vez que Álex encara, jugadores como Leo Baptistao y Alberto Bueno se frotan las manos esperando los buenos centros del jugador barcelonés. Además, también está destacando por ayudar en defensa, ya que la zaga de tres diseñada por Paco Jémez deja al equipo muy expuesto de cara a las ofensivas rivales. Y el mejor dato es que acumula 169 minutos en Liga en esta temporada con tan solo 21 años, por lo que como en el caso de Jozabed, lo mejor está por llegar.

Asentando las bases del futuro Rayo

A pesar de la reestructuración casi completa que ha sufrido esta temporada el Rayo Vallecano, y del gran número de jugadores cedidos que tiene el equipo en sus filas, este verano se ha notado una tendencia novedosa pero repetida en algunas incorporaciones. Quizá sea porque la economía vallecana está más saneada, o quizá por sentar unas bases para el futuro, pero son unos cuantos los jugadores que han firmado contratos largos, comprometiéndose por varias temporadas con el equipo de la Albufera. Como ejemplo, sirven Quini, Morcillo, Jozabed, Adrián Embarba, Diego Aguirre, Álex Moreno o Mojica, firmando todos ellos por tres temporadas excepto los dos últimos, que estamparon su firma hasta 2018. Esto, sumado a la inagotable cantera rayista, fábrica constante de talentos, provoca que desde Vallecas se mire a corto y medio plazo con mayor tranquilidad. El futuro está en los pies de todos ellos.