El Athletic se lleva el Picasso

Tuvieron que pasar 85 minutos de fútbol total para ver el único gol del encuentro. Ambos equipos tuvieron sus alternativas, cualquiera se podría haber llevado el gato al agua, pero fue el Athletic el que dio un paso hacia el ataque y quiso demostrar su superioridad.

El Athletic se lleva el Picasso
Bueno y Mikel Rico (Imagen: UGS Vision)
tonilopez93
Por Toni López

Poca estrategia, falto de táctica, desordenado, correcalles en ocasiones, pero divertido y muy bonito partido. Como si de un cuadro de Pablo Picasso se tratara, todo lo que parecía ser malo y feo acabó convirtiéndose en un bello encuentro en el que disfrutaron jugadores y aficiones.

La lluvia cubría el nuevo San Mamés, bañando a la hinchada bilbaína que, como cada año, antes, durante y después del partido mostró su hermanamiento con los rayistas desplazados hasta Bilbao. Paco Jémez y Ernesto Valverde se mostraron nerviosos e intranquilos durante todo el choque, dando indicaciones sin parar con la intención de sacar algo positivo del gran partido visto en el botxo.

Trazos aleatorios

Los locales cogieron el pincel rojiblanco y los visitantes el franjiazul. Cuatro oportunidades en 10 minutos dejaron el primer tiempo hecho un cuadro. Aduriz y Unai López avisaron a Toño, y Kakuta por partida doble hizo lo propio desde lejos con Iraizoz. Tomaron un descanso los protagonistas, pero el partido no perdió el color. Fútbol de toque, de pases rápidos y de desmarques que dos buenas defensas evitaban que se convirtieran en oportunidades fáciles para los delanteros.

Volvía a pintar el Athletic con un remate de Laporte, pero Toño le quitaba la brocha antes de que pudiera celebrar el gol con una gran parada. siguieron las alternativas, y Valverde quiso poner un toque más clásico en su pintura, y dejar la juventud para otra ocasión, por lo que retiró a Unai López e introdujo a Óscar De Marcos pasada por poco la media hora. Daba tiempo para un gol. Mikel Rico dibujaba una vaselina precisa por encima del guardameta rayista que acababa en las mallas, pero que efectúo estando en fuera de juego, según el árbitro asistente.

El portero del Rayo Vallecano Toño estuvo doliéndose los últimos cinco minutos del primer periodo de unas molestias en el muslo izquierdo. Pudo terminarlo, pero no pudo arrancar la segunda mitad. En su lugar salió Cristian Álvarez. Hizo otro cambio en el descanso Paco Jémez, Morcillo tapó el lateral izquierdo para no arriesgar que Nacho se llevara una segunda tarjeta amarilla.

Trazos imprecisos

El partido se pudo poner precioso, pero los artistas comenzaron a fallar pases claros, como cuando Leo Baptistao en una contra efectuó mal uno dirección a Bueno que hubiera dejado solo al madrileño. Los equipos empezaron a abrirse y a partirse en dos, y el que mejor pintaba en ese terreno, empapado por el chaparrón norteño que lo bañaba, era el Athletic Club.

Los locales empezaron a subir las línea y a encerrar al Rayo Vallecano, que veía como la pelota se movía de lado a lado con temor de que tomar dirección portería de Cristian. Los visitantes intentaban ganar metros a la contra, en jugadas que recordaban en ocasiones al fútbol americano. Acabaron dando por bueno el empate y las pérdidas de tiempo empezaron a ser ostensibles.

Escuela de Lezama

La ciudad deportiva del Athletic es hogar de grandes artistas de la pelota. Uno de ellos salió a disputar la última media hora. Iñaki Williams ya marcó en Turín el jueves y hoy quería hacerlo en Bilbao. Fue el que revolucionó el encuentro, poniendo aún más nerviosos a los vallecanos y otorgando optimismo a los leones para intentar conseguir la victoria. Colaboró para embotellar más aún al Rayo y, no contento con eso, participó en las pocas jugadas defensivas de su equipo.

En la Escuela de Vallecas lo que se enseña es a sacar la pelota jugada desde atrás. Una técnica más arriesgada, que puede tener un gran resultado o uno nefasto, como en este encuentro. Licá perdía el balón cerca del área, el Athletic atacó por banda izquierda y Aduriz vio que el esférico caía rondando sus pies, cruzaba la brocha de un lado a otro del cuadro rayista para darle un toque bello para los locales, pero muy feo para los visitantes.

Derrota a los 100

Se llegaba así al final del partido. Noventa minutos que fueron de más a menos y acabó con tres puntos para los de Bilbao. El Rayo volvió a Madrid con caras largas por estar tan cerca de haber podido sacar algo positivo de un estadio como San Mamés. No pudieron sacar la tarta de celebración por los 100 partidos de Paco Jémez como entrenador del Rayo. Si la sacaron, sería sin azúcar y sin velas, porque no había motivo de celebración después de haber perdido una muy buena ocasión de ampliar el colchón con los puestos de descenso.

VAVEL Logo
Sobre el autor
Toni López
Periodismo en la URJC en Vicálvaro. Moviéndome por Radio Marca y Unión Rayo, antes por COPE, ABC Punto Radio y Radio 21. Amante del deporte en general, fútbol y fútbol sala en particular. Practicante cuando me dejan. Periodismo como vocación. Gracia cordobesa y orgullo madrileño.