El delantero dio un pequeño susto durante el entrenamiento matinal tras una jugada con Manucho. "Saltamos los dos y cuando caímos me cayó en el tobillo. Me asusté, me he retirado por precaución, pero estoy bien", explicó.
Sobre su situación en el Rayo, Miku sabe, aunque tiene muchas ganas de jugar, que no está al 100% y que debe ponerse en forma: "Siempre estoy con las mismas ganas. Me ha costado ponerme en forma. Son cosas de fútbol, no me vengo abajo y sigo trabajando con la misma intensidad y respetando a mis compañeros. Estoy a disposición de lo que haga falta para cuando él quiera".
"El Rayo no tiene una forma de jugar habitual"
El ariete confirma que no ha tenido problemas con la adaptación porque ya conoce la ciudad y la competición liguera pero sí le está costando captar la idea de juego de Paco Jémez. "Lo que tiene este Rayo es que no tiene una forma de jugar habitual, todo eso es diferente y chocó un poco. Para jugar como exige Paco hay que estar en muy buenas condiciones y en cuanto a resistencia estaba bien, pero en velocidad de fútbol estaba lento. En Qatar me exigían otras cosas y ahora cuando voy a defender o esprintar ya me siento mejor", comentó.
"Mi momento va a llegar"
Miku no está contando para el míster pero aún así, cree que su oportunidad llegará. "No lo he pasado mal. Como todos los jugadores, estas cosas suelen pasar. Cada equipo juega de una manera y depende del estilo del entrenador. Son muchos factores, pero estoy muy tranquilo porque sé que mi momento va a llegar y voy a participar y a ser útil. He llegado a un club donde se juega bien y se consiguen resultados", argumentó.
De su próximo rival en Liga, el Eibar, dice: "Lo conozco de jugar en Segunda B y A. Si no vas con la mentalidad de sufrir y jugar se hace muy cuesta arriba". Afirma que es un rival "peligroso" y hay que jugar con la "máxima tensión".