Punto y final de la breve historia de Miku en la Copa América de Chile 2015. A pesar de estar dentro de los 23 elegidos gracias a su sprint final con el Rayo Vallecano, el banquillo fue su mejor aliado en este torneo continental. Esto no fue por falta de calidad, sino porque debía competir por un puesto con la estrella venezolana Salomón Rondón, y esa es una tarea muy complicada para cualquier 9.

En el primer partido, de hecho, Miku no disputó ni un minuto contra Colombia. Para sorpresa de todos, la Vinotinto se llevó la victoria con un buen gol del propio Rondón. El hecho de que Venezuela superara a una de las favoritas hacía indicar que los de Noel Sanvicente no habían ido de viaje de turismo a Chile, sino a competir y a intentar conseguir la machada de pasar a la siguiente ronda partiendo desde el grupo de la muerte del campeonato.

Pero la alegría pronto tornó a tristeza. En la segunda jornada, Venezuela cayó por la mínima ante la Perú del ex-rayista Christian Cueva. Eso sí, estuvieron más de 50 minutos con un jugador menos por la polémica expulsión de Amorebieta. Aquí disputó Miku sus primeros 10 minutos. Poco pudo hacer en tan poco tiempo, demostrando sobre todo ganas y espíritu, algo que no sirvió para ni siquiera empatar el partido.

El Grupo C llegaba a la última jornada con los cuatro equipos empatados a 3 puntos, y Venezuela se tenía que jugar el pase contra la todopoderosa Brasil mermada por la baja de Neymar. Conocido el resultado del Colombia-Perú, un empate a 2 metía a ambos equipos en la siguiente fase y a la canarinha como primera de grupo, pero los de Dunga no tuvieron compasión y fueron desde el primer minuto a llevarse el partido. Eso sí, el último cuarto de hora el míster brasileño bajó sus líneas defensivas en exceso y Venezuela apretó. En una falta al borde del área provocada por Miku, Arango estrellaba el balón en la mano de Jefferson y su palo izquierdo, pero el delantero rayista marcaba de rechace el 2-1 y daba esperanzas a la Vinotinto.

Esperanzas que se iban a ir 5 centímetros por encima del propio Miku, que estuvo a punto de cabecear un centro en el segundo palo ya en el añadido que hubiera dado el pase a su selección. Un gol y un casi gol en 30 minutos y Venezuela eliminada de la Copa América. Ese es el bagaje de un Miku que pudo ser el héroe, pero se quedó en el intento y ahora tendrá que ponerse como próximo objetivo triunfar la temporada que viene en Vallecas vistiendo la franjirroja.