Las últimas horas de mercado estival se vaticinaban intensas por los alrededores de las oficinas de la Avenida de la Albufera. Pese a conservar el grueso de la plantilla, es decir, desde el medio del campo hasta retroceder a la zona de guardametas, el Rayo Vallecano estaba escaso de artillería ofensiva. 

Tras la marcha de Alberto Bueno al Porto CF, y de Gael Kakuta al Sevilla CF, el hueco vacío en la zona de arriba era inmerso. Los más de 17 goles obrados por ambos jugadores otorgaron al equipo vallecano el oxígeno suficiente para camuflarse en mitad de la tabla. El técnico canario, Paco Jémez, necesitaba a un jugador con ofrecimiento constante, gran conducción de balón y capaz de hacer olvidar al galo, Kakuta, a base de buenos centros dirigidos al corazón del área. 

El elegido por el director deportivo, Felipe Miñambres, ha sido Pablo Hernández. La posición natal de este futbolista se encuentra en la banda derecha, no obstante, podría ser un complemento secundario para el enganche. Tal vez, la undécima incorporación del club franjirrojo no pueda presumir de contar con una gran visión de juego, pero sí de un aterrador desborde acorde a su endiablada velocidad. 

Años atrás, Pablo ya fue un viejo conocido de la Liga BBVA. Y es que, militó en el Getafe y en el Valencia CF. En este último equipo llegó a marcar 24 tantos en 154 encuentros. El español no tiene la etiqueta de "nueve", más bien su faceta futbolística consiste en servir en bandeja de plata los goles a los delanteros. Después de su estelar paso por el conjunto ché, el internacional con la "roja" se embarcó en una nueva aventura. 

La Premier League fue su destino y el Swansea City su nueva casa y octavo club como profesional. Allí, en Inglaterra, el extremo castellonense no terminó de encajar en el sistema táctico del club galés. Por esa razón, terminó optando por marcharse a Catar, posteriormente emigró a los Emiratos Árabes. En este país consiguió registrar un balance mediocre en su casillero. Tres tantos en doce encuentros, evidenciaba su poca experiencia en aquella liga. Ahora, tan solo tres años más tarde, Pablo Hernández regresa a España, y lo hace para recalar en el Rayo Vallecano de Paco Jémez.