El empresario andaluz Jose María Ruiz-Mateos ha fallecido en la mañana del lunes 7 de septiembre en el hospital de El Puerto de Santa María, localidad gaditana. Nacido en Rota hace 84 años fue el máximo accionista del Rayo Vallecano entre 1991 y 2011 y presidente en los tres primeros años, dejando después el palco a su mujer Teresa Rivero, con quien tuvo 13 hijos.

Fundador de los holding empresariales Rumasa y Nueva Rumasa (en éste último se incluía el equipo de fútbol madrileño), Ruiz-Mateos adquirió, en pijama, la mayoría de las acciones del Rayo Vallecano el 13 de abril de 1991 sucediendo a Pedro García Jiménez. Consiguió que el club sobreviviera a la crisis económica y en el primer curso completo, el de 1991/92, presidió el ascenso con José Antonio Camacho en el  banquillo y Paco Jémez en el campo a Primera División. 

Tras una temporada (1992/93) positiva con el entrenador de Cieza (14º), llegaron los problemas el año en el que el mejicano Hugo Sánchez era fichado por el patriarca. Ese curso, tras rotar a tres entrenadores (Félix Bardenas "Felines", Fernando Zambrano y David Vidal), el Rayo descendió tras perder la promoción ante el Compostela. Para entonces, José María ya había cedido el 12 de enero su sillón en el palco a su esposa. Era 1994 cuando Teresa Rivero se convertía en la primera presidenta de un club español de élite iniciando así sus 17 años de mandato.

El Marqués de Olivara, diputado europeo a finales de los años ochenta, no cesó nunca de tener conflictos con la justicia que le llevaron en más de una ocasión a estar en prisión. Ruiz-Mateos, que se llegó a fugar en una de sus visitas ante el juez, fue un personaje recurrente en los juzgados. Desde que en 2011 fracasase Nueva Rumasa y fuera puesta en concurso de acreedores (es entonces cuando aparece la figura del actual presidente, Raúl Martín Presa), Ruiz-Mateos había sido ajusticiado por estafa, insolvencia punible y fraude a la Hacienda pública.

El pasado 18 de junio fue llevado a prisión, aunque saldría el día después alegando, con un informe médico bajo el brazo, que no estaba en condiciones de continuar entre rejas debido a su deterioro de la habilidad cognitiva y funcional. El pasado agosto sufrió una rotura de cadera por la que tuvo que ser intervenido. A raíz de la operación, padeció una pulmonía que ha terminado con la vida de uno de los sujetos más rocambolescos de las últimas décadas. José María Ruiz-Mateos será enterrado en su Rota natal este martes 8 de septiembre.