La enfermería del Rayo Vallecano, ha estado plagada de lesiones durante toda la temporada, pero sin duda, la posición más tocada ha sido la de la portería, donde no ha quedado títere con cabeza. 

David Cobeño se lesionó a finales de agosto, antes del partido frente al Celta de Vigo, al sufrir un esguince, y posteriormente no volvió a entrenarse con el grupo debido a la hernia lumbar, que fue diagnosticada por los médicos del club el pasado 19 de septiembre. El portero madrileño, que cumple su octava temporada en el Rayo Vallecano, no ha debutado esta campaña aún y su lugar bajo palos, lo ocupó Alex Campos, portero del filial. Paco Jémez, en los desplazamientos de la plantilla, en los que siempre convocaba a tres porteros, dio paso al guardameta del filial Alberto Díaz, para suplir la baja de Cobeño.

Un fin de temporada para Toño en noviembre

No obstante, el mes de noviembre, supuso un punto de inflexión para los intereses del Rayo, cuando perdió a uno de sus jugadores mas importantes dentro de su esquema para lo que restaba de temporada. Toño, el portero del conjunto rayista, sufrió una lesión en el partido que enfrentaba al Rayo y al Granada. Este, se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda cuando más determinante estaba siendo en sus actuaciones, salvando puntos para su equipo. El guardameta se mantendría así, fuera de los terrenos de juego hasta final de termporada.

La lesión de Toño supuso un problema para el Rayo, en un momento en el que además los dos porteros del filial, Alex Campos y Alberto Ruiz, también se encontraban lesionados. Con tanto contratiempo, Juan Carlos Martín se quedó como único guardameta disponible y el club tuvo que apresurarse a incorporar al valencianista Yoel Rodríguez para reforzar la portería.