El Real Zaragoza vuelve a estar en el punto de mira. Esta vez, con la imputación del antiguo propietario del club, Agapito Iglesias, los miembros del consejo de administración en 2010, Paco Checa y Javier Porquera, y el exfutbolista zaragocista, Peter Luccin, por fraude fiscal.
El juez, al igual que la Fiscalía lo hizo en su momento, considera que en el ejercicio de 2010, de los 900.000 euros que cobraba de sueldo el jugador francés, 450.000 se hacían pasar por finiquito, por lo que no tributaba esa cantidad. En caso de que prospere esta imputación por fraude fiscal y se llevara a juicio, saliendo condenados, sería el propio Real Zaragoza el encargado de tener que hacer frente al pago de los 450.000 euros.
Si finalmente es el Real Zaragoza el que tiene que asumir el pago de esa cantidad, supondría un duro golpe a las maltrechas arcas del club aragonés. A las numerosas deudas y pagos que tiene que realizar a corto y medio plazo, se sumaría una nueva que complicarían, aún más, la actual situación de la entidad. Un nuevo bache para la supervivencia del club aragones.