Tras finalizar contrato con el club aragonés el 30 de junio, Víctor Laguardia se marcha al Alavés. El jugador se formó en el filial zaragocista y estuvo hasta el 2011 en la entidad zaragocista. Debutó en el 2009 contra el Tenerife en La Romareda, partido que finalizaría con victoria por la mínima del conjunto aragonés.
En la temporada 2011-12 jugó cedido en la UD Las Palmas y tras finalizar la cesión, volvió a salir cedido al Alcorcón. Después de dos temporadas, el jugador se quedó en las filas zaragocistas. De hecho, el 8 de junio de este mismo año ejercería por primera vez como capitán zaragocista. Víctor Muñoz contó con él durante la pasada temporada poniéndolo en el once titular junto a Álvaro González en varias ocasiones. En total ha disputado 28 partidos, 25 como titular.
Ahora el jugador emprende un nuevo rumbo al Alavés con un contrato firmado por una temporada. El jugador no ha querido marcharse de la capital aragonesa sin despedirse de su afición mediante una carta publicada en la web del club:
"A todo el Zaragocismo:
Ha llegado el día, el difícil día de deciros hasta pronto. Sí, mi salida del Real Zaragoza no la considero un adiós definitivo. Nunca podré irme del todo de mi casa, donde me he criado y formado como persona y como jugador, donde he podido cumplir mi sueño de defender la elástica blanquilla con el escudo del león rampante en el pecho.
Esta ha sido la decisión mas difícil de mi vida, la mas compleja y madurada, ya que dejo atrás infinidad de sentimientos e ilusiones. Pienso que me ha tocado enfrentarme a una de las etapas más complicadas de la historia de nuestro Club, pero siempre lo he hecho con la cabeza alta, orgulloso de defender esta camiseta, y con la garra y rasmia que el zaragocismo me ha imprimido desde niño.
Me faltaría tiempo para agradecer a toda la gente que, desde que llegué a esta casa, me ha ayudado a que mi sueño se cumpliese y sea real. Gracias a todos los empleados del Club, ellos hacen que esta entidad sea especial y muy grande. Gracias a médicos, fisioterapeutas y preparadores físicos, que han tenido un papel muy importante en mi trayectoria. Gracias a todos los entrenadores que he tenido, con especial recuerdo para los de categorías inferiores, porque de todos he aprendido y todos me han ayudado a crecer como persona y como profesional. Gracias a todos los compañeros que me han apoyado y me han ayudado en todos los momentos buenos, y sobre todo también por su ánimo en los no tan buenos.
Y, sobre todo, gracias a vosotros, la afición, mi afición, gracias por vuestro apoyo incondicional. Siempre me disteis la fuerza física y mental necesaria para salir adelante en mi peor momento, cuando me recuperaba de la grave lesión que sufrí. Gracias y mil veces gracias. Estoy seguro de que el Real Zaragoza saldrá adelante, porque su historia y su grandeza pesa mucho más que cualquier dificultad que se presente.
Me despido compartiendo esta frase con todos los zaragocistas: "Y entre los muertos siempre habrá una lengua viva para decir que Zaragoza nunca se rinde...".
Un agradecido abrazo y ¡Aúpa el Real Zaragoza!"