El Real Zaragoza ha perdido en la presentación ante su afición en el Trofeo Carlos Lapetra por 1-2. Los locales se adelantaron en el marcador al filo de la media hora del partido, pero cuando la afición del Zaragoza celebraba ya el triunfo, Uche, con un gol y una asistencia, estropeaba las ilusiones mañas.

Adán se reivindica

El Villarreal empezó el partido fiel a su estilo, intentándose hacer lo ante posible con el control del esférico. El Real Zaragoza, por su parte intentaba salir tocando, pero la buena presión del equipo castellonense les obligó en más de una ocasión a salir al pelotazo. Los hombres de arriba de los visitantes tenían mucha calidad, y muy pronto pusieron a prueba a la defensa aragonesa: Moisés  filtra un buen balón a la espalda de la zaga, viendo el desmarque de Cani, pero despejó la zaga a córner. A la salida de ese saque de esquina, el remate de Víctor Ruíz obligó a Whalley a hacer la primera parada de la tarde. Por su parte, el mayor peligro de los locales pasaba por Javi Álamo. El jugador canario lo intentó con varias internadas y centros desde la banda derecha, pero que no encontraban un rematador.

Las bandas del Villarreal eran un continuo peligro para la defensa aragonesa. Moisés y, especialmente Cani, participaban en la mayoría de las jugadas de peligro del equipo de Marcelino García Toral. En el 16’, el arquero zaragocista tuvo que volver a emplearse a fondo. Gerard Moreno iniciaba una jugada en la que abría para Cani y se la ponía al mismo delantero que disparaba pero no podía batir a Whalley.

Precisamente, fue el jugador nacido en Aragón el que gozó de la oportunidad más clara de su equipo. Moisés, en todos los lados, se mete hasta la cocina y ponía centro que se paseaba por el área pequeña, Cani no por los pelos al remate.

En el primer remate entre los tres palos del Zaragoza, Adán remató de volea un barullo dentro del área

Los visitantes perdonaron, algo que no hicieron los locales. Cuando se aproximaba la media hora del partido, Adán Pérez batía la meta de Asenjo. En el primer remate entre los tres palos, el canterano remató de volea un barullo dentro del área tras una buena jugada de Álamo, llevando la locura a las gradas de La Romareda.

Aun pudieron los locales incrementar su ventaja al poco, después de que Muñoz se revolviera muy bien y disparara, pero finalmente su intento salió por poco. El Villarreal no se descompuso y Vietto intentó en dos ocasiones establecer el empate en el luminoso, pero sus disparos no llevaron mayor peligro para la portería aragonesa, llegando así a la conclusión de la primera mitad.

El Zaragoza se gusta con un gran Álamo

La segunda parte se inició con  varios cambios para el Villarreal. No así por parte del Real Zaragoza, ya que Víctor Muñoz decidió mantener el once del primer tiempo. Cani, que no fue sustituido, volvía a hacer de las suyas nada más empezar la segunda parte. Inciso, y siendo una verdadera pesadilla para su defensor, participaba en todas las jugadas de peligro de su equipo. Los castellonenses insistían en tocar y tocar para crear, pero a los pocos minutos, Marcelino quitó al aragonés, lo que supuso que el juego de su equipo perdiera cierta fluidez en su juego.

El contragolpe se convirtió en la mayor arma ofensiva de los locales, y siempre gracias a un magnífico Javi Álamo. Con su velocidad, los aragoneses eran capaces de crear bastante peligro sobre la portería de Juan Carlos. Pedro, tras una buena contra del canario, probaba fortuna pero su disparo se iba desviado por poco tras impactar en un defensor.

Javi Álamo fue el mejor jugador de su equipo

Pasaban los minutos, y llegó el momento de los cambios. La afición quiso recompensar el esfuerzo que habían hecho los tres canteranos zaragocistas y despidió con una cerrada ovación a Muñoz, Vallejo y, especialmente, un Adán que se volvió a reivindicar con su actuación.

Mientras, Álamo seguía demostrando que esta temporada puede ser una pieza fundamental en el ataque aragonés. Primero, con un lanzamiento de falta y posteriormente, poniendo un centro medido al corazón del área y Barkero, solo en el área, perdonaba la opción de cobrar mayor ventaja en el marcador.

Los aragoneses se gustaban en el campo y conforme pasaban los minutos, iban dejando patente cierta superioridad. Además, la defensa estaba rindiendo a un buen nivel y los atacantes visitantes apenas creaban peligro.

Uche da a alas a su equipo

Cuando mejor estaban los locales, el empate volvió al marcador a menos de diez minutos de la conclusión del partido. Uche, que ya lo había intentado anteriormente con un disparo que salió rozando el empate, no desaprovechó a marcar a placer en el área chica un pase de Cherysev.

Los visitantes se vinieron arriba con este gol y fueron a por todas a buscar el empate, algo que lograron cuando se cumplía el minuto 90. Un pase de Uche al área lo recogía Espinosa para marcar el 1-2 definitivo en el marcador.