El Zaragoza vuelve a dejarse tres puntos en los estertores del partido

Los blanquillos siguen sin saber qué es ganar esta nueva temporada. Hicieron evidentes todas las carencias y problemas que demostraron contra el Osasuna: muy defensivo, sin mucho peligro en las inmediaciones rivales y sin saber sentenciar los partidos cuando los tiene de cara, esta vez contra un rival que se quedó con diez desde el final del primer tiempo. Por su parte, el Sabadell lo buscó y lo consiguió. Primer punto de la tenmporada que se lleva a tierras arlequinadas.

El Zaragoza vuelve a dejarse tres puntos en los estertores del partido
Foto: Andrea Royo López// VAVEL
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Por Mariano López Bolea

Zaragoza y Sabadell se encontraban en La Romareda con rachas iniciales similares.  Los maños, habiendo comenzado con unas buenas sensaciones en el juego, esta última semana se echó por la borda todo el optimismo existente tras la derrota por cuatro goles ante el Barcelona B y la eliminatoria de Copa del Rey, realizando un partido paupérrimo. Por su parte, los catalanes llegaban con ciertas esperanzas tras eliminar al depauperado Murcia de la Copa. Los arlequidanos tomaban algo de autoestima después de tres derrotas y nueve tantos encajados.

La sorpresa de la alineación maña residió en Nieto. Víctor Muñoz quería apuntalar la banda izquierda, ya que en los últimos envites resultó ser un coladero. Añadido el hándicap de que solo hay un lateral izquierdo en la plantilla (Diego Rico), los quebraderos de cabeza del preparador zaragocista fueron múltiples. Finalmente decidió subir al lateral del filial y colocarlo por delante del burgalés.

El gol de Borja y la expulsión de Yeray dejan muy tocado al Sabadell

Desde el comienzo los maños tenían ganas de resarcirse de la derrota ante el Barcelona B y la eliminación copera. Quería meterle el miedo en el cuerpo a los arlequidanos. Buscaron el dominio del balón y con un par de pasos verticales tenía visos de poseer profundidad y poder generar peligro en cualquier momento.

Pero fueron impresiones ficticias. Los catalanes equilibraron el partido a través del balón parado. Whalley y el larguero evitaron que los arlequidanos se adelantaran en el marcador. Los zaragocistas se echaron a dormir en los laureles y concedieron todo el protagonismo del juego a los visitantes. Mediante Longás, que manejaba el juego como quería, y la insistencia de Gato, el tanto estaba al caer. Además, la temprana lesión de Rico acrecentó las dudas de los zaragocistas. Los únicos que dieron la talla fue el incansable Vallejo y el meta Whalley. Un Zaragoza encerrado en su campos eguía preocupando a su afición.

Sin embargo, en apenas dos minutos un partido puede cambiar drásticamente. Si el Sabadell dominaba y jugaba con pasmosa tranquilidad en las áreas zaragocistas, el fútbol volvió a demostrar que no siempre favorece a los que se lo merecen. En un contra, Javi Álamo centró espléndidamente y el esférico fue rematado por Borja Bastón para subir el primero en el marcador. Pero lo peor para visitantes fue la tonta expulsión de Yeray. El centrocampista, llevando una amarilla, agarró claramente a Suárez y el colegiado le enseñó la segunda. Todo se ponía de cara para los aragoneses.

Incapacidad de sentenciar y el Sabadell empata en el último minuto

El Zaragoza podría haber salido en la segunda mitad a por el partido aprovechando la inferioridad numérica de su contrincante. Pero no resultó ser así del todo. El colegiado le perdonó un claro penalti que Fernández cometió sobre Porcar y en otra ocasión, Gato se quedó solo ante Whalley pero el balón golpeó el palo.

El fantasma del empate con un partido fácil por delante, se cernió sobre La Romareda. El Zaragoza siguió encerrado en su campo, jugando a verlas venir. Sin embargo, a punto estuvo de sentenciar en dos jugadas, pero sendas fueron salvadas por Nauzet con dos paradas fenomenales. Lo que dejó claro el envite fue que La Romareda se puede hartar a ver jugadas de gol propiciadas por la conexión Álamo-Bastón: carrera por la banda diestra del canario, centro preciso al área de penalti y remate de un buen colocado Bastón.

Víctor Muñoz decidió retirar del césped a Eldin e introducir a Willian José. De esta forma, el técnico zaragozano buscaba que el brasileño bajara los balones en largo despejados por la defensa y los aguantara en las inmediaciones rivales. Solo le faltó imprimir algo de ritmo y velocidad a sus jugadas. El contra-ataque, definitivamente, pasaba a ser el estilo de juego de los maños.

Como en la primera parte, el Zaragoza creó mucho peligro en los diez minutos finales del partido. El fino centrocampista, Ruiz de Galarreta, cuando coge el balón hace maravillas. Le da pausa al juego, tranquilidad, y posee una clarividencia privilegiada. El único problema que se podían encontrar los locales era no finalizar las jugadas y que los arlequinados aprovecharan una contra para igualar el encuentro.

Fue entonces cuando lo peor llegó, y de nuevo al final. Juanto aprovechó un córner para empatar el partido tras otro descalabro defensivo. De esta forma, los catalanes se llevan el primer punto de la temporada a Sabadell, mientras que el Zaragoza sigue con sus principales problemas. Un juego que no convence, con mucho miedo a la hora de atacar, muy defensivo, metiendo los once jugadores en su campo y siendo incapaz de sentenciar partidos que se le ponen muy de cara.